LAS GUERRAS NO CAUSARON EL COLAPSO DE LOS MAYAS. Capítulo 2. 228

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LAS GUERRAS NO CAUSARON EL COLAPSO DE LOS MAYAS

Ni siquiera el Puluuy

Eran más belicosos de lo que parecía

en un paisaje de guerra

Caìtulo 2 de 2

 

“El pueblo que sobrepasa todos los límites de la crueldad”

Esta frase no tiene ninguna relación con los mayas, se refiere a los hunos, pero sienta bien

Amiano Marcelino

 

Para ponerle un poco más de salsita a los tacos de la atolera de la esquina doña Marcelina Majoque viuda de Virula, el arqueólogo Thomas Garrison, de la Universidad de Ithaca y director del Proyecto Arqueológico El Zotz, El Murciélago, declara con todo fervor religioso y voluntad de danta la importancia de las fortalezas en esa ciudad. “El paisaje completo está lleno de atalayas y fortalezas, reflejando la sensación de tensión tanto interna como externa que rodeaba el área del reino de El Zotz. Las amenazas debieron haber sido constantes.” Sí, eso reafirma que se andaban quebrando la madre todo el tiempo y desde hacía rato largo, por lo que debían de defenderse de ataques furtivos. Así también el sitio arqueológico La Cuernavilla, que es una fortaleza única, fue descubierto gracias a los datos de la iniciativa LiDAR, Light Detection and Ranging o detección y medición con luz, para que se entienda mejor el asunto. Esta fortaleza se ubica en un risco fuertemente defensivo entre Tikal y El Zotz y es el mejor ejemplo que se está cambiando las percepciones sobre las guerras mayas, pues ahí se levantaron grandes muros y torres de vigilancia para que no los agarraran con los calzones bajos en las manos a la hora de esta haciendo de aquellito o ensuciando en la milpa. Sí, había que defenderse en tiempos de guerra. Pues ni modo que se quedaran esperando el ataque sentados en las milenarias piedras. Edificaron muros de hasta siete metros sobre el nivel del piso, así como de torres para vigiar si los colmoyotes no andaban rondando sus territorios y los fosos, trincheras y refugios o Santabárbaras de piedras de canto rodado que usaron como municiones para las hondas los guerreros que debían repeler los primeros ataques de acercamiento. A pura pedrada a gran velocidad rompiendo cráneos. Este complejo de fortalezas es conocido como La Cuernavilla y se ubica en un terreno de gran altura, siendo el mayor sistema de defensa descubierto en la región hasta esta hora al cierre de esta edición nocturna. El hallazgo habla a grandes voces con el calzón quitado, del papel de la guerra en la vida de los mayas, y advierte que el conflicto en aquel entonces era intenso y sistemático. Ni modo, no hay de otra, si te atacan te tenés que defender hasta con las cejas, a pedradas, mordidas, escupidas, arañazos o con lo que haya.

“Esta gente estaba preparada para cualquier amenaza, 

con infraestructura a nivel del Estado de una civilización 

tan desarrollada como los mayas”

Thomas Garrison

 

Poniéndole el cascabel al gato de la señora de la esquina, sé bien como lo fascinante de la arqueología es que cada nuevo descubrimiento da al trasto con el anterior, pues en un jueves de febrero del 2018, se reveló la investigación desarrollada por los arqueólogos Marcello Canuto y Francisco Estrada-Belli, quienes gracias al uso de la tecnología Lidar concluyeron que alrededor de quince millones de habitantes vivieron en los principales centros urbanos, con más de sesenta mil estructuras individuales, con agricultura intensiva, infraestructura de comunicación, métodos de cultivo y de defensa. Los hallazgos fueron en las áreas de El Zotz, La Corona-Achiotal, Holmul, Naachtum, Uaxactun, Xultun-San Bartolo, Tikal, El Perú-Waka y El Tintal. Se encontraron terrazas y campos de cultivos con canales de riego, aguadas, sitios fortificados y grandes calzadas. Descubrieron una inmensa calzada, cuyo ancho sobrepasa en 25 metros la de la Muralla China. ¿Cómo les quedaría el ojo a los chinos? Estas vías se llaman sakbé. La más grande que se ha identificado hasta ahora atraviesa la selva desde la ciudad de El Tintal hasta El Mirador en Cuenca El Mirador, entre Guatemala y México-, con una longitud de veintitres km, un ancho de treinta metros y una altura de dos a seis metros, revelado esto por la arquitecta Josephine Thompson, directora ejecutiva de Mirador Conservation Fund e integrante del Proyecto Arqueológico Cuenca El Mirador. El ancho de la calzada equivale a cinco líneas de carretera en Los Ángeles o Texas. Esta hecha de cal y Richard Hansen, director del proyecto, ha dicho que fue construida entre los año 500 y 200 aC, y es de cuatro niveles. ¡Oh! 

“Teníamos una tendencia a romantizar la guerra maya como algo 

que fue en gran parte ritualizado y concentrado hacia 

el final de la civilización. 

Pero las fortificaciones ahora sugieren un nivel elevado 

de conflicto durante siglos. 

Los gobernantes estaban tan preocupados por la defensa que 

sintieron la necesidad de invertir en todas estas fortificaciones

 en la cima de una colina. 

Hay una sensación de miedo casi palpable en este paisaje “

Houston

 

Como los pensamientos vuelan y a veces sin escarbar entre las piedras, se creía que los mayas centroamericanistas fueron una civilización amable, risueña, cabeza agachada y gentil, especialmente en comparación con los aztecas mexicánicos. En el apogeo de la cultura maya hace unos mil quinientos años atrás, la guerra parecía ritual diseñada para extorsionar a la realeza cautiva -y no era como que los diputados y policías de ahora piden mordidas,- o subyugar dinastías rivales, con un impacto limitado en la población circundante. Solo más tarde, pensaron los arqueólogos, el aumento de la sequía y el cambio climático condujeron a una guerra total, las ciudades y dinastías fueron borradas del mapa en los llamados eventos de terminación, y el colapso de la civilización maya de las tierras bajas alrededor del año 1000 eC. Participaron en campañas militares de tierra arrasada, como las de ERM, una estrategia que apunta a destruir cualquier cosa de uso, incluidas las tierras de cultivo, edificios, templos. Incluso en el apogeo de su civilización, una época de prosperidad y sofisticación artística. El hallazgo de una gruesa capa de carbón resultado de un ataque masivo de tierra quemada en Witzna el jueves 21 de mayo de 697 de nuestra era, indica infaliblemente que este aumento en la guerra, asociado con el cambio climático y la escasez de recursos, no fue la causa de la desintegración de la civilización maya de las tierras bajas. Esto para que no quede huella, ni duda.

“Los datos desafían la teoría dominante del colapso, 

los hallazgos anulan la idea de que la guerra se 

intensificó solo muy tarde en el juego”

David Wahl

 

Para seguir armando el rompecabezas la evidencia es un signo de quema extensiva de la ciudad de Witzna y su entorno, que es diferente a cualquier otro incendio natural registrado en el sedimento del lago. “Esta es realmente la primera vez que el registro escrito se ha vinculado a un evento en los conjuntos de paleodatos en el Nuevo Mundo, hay muy poca escritura, y lo que se conserva es principalmente en monumentos de piedra. Esto es único porque pudimos identificar este evento en el registro sedimentario y señalar el registro escrito, particularmente estos jeroglíficos mayas, y deduzca que este es el mismo evento.” David Wahl

 

Por si mucho fuera, hay una gruesa capa de relación entre las élites de Teotihuacán y las tierras altas mayas durante el primer siglo de nuestra era, sabido esto porque el arqueólogo mexicano Sergio Chávez Gómez, dirigió el proyecto Tlalocan, trabajado por un grupo de investigadores que realizaron exploraciones y análisis de materiales, por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia INAH, y otras instituciones, en el túnel del Templo de la Serpiente Emplumada. La presencia de individuos y materiales mayas en el Barrio de los Comerciantes, de ornamentos y animales en la Pirámide de la Luna, de pinturas murales en Tetitla y en la Plaza de las Columnas, evidencian la manera en que se relacionaban los teotihuacanos y los mayas. De acuerdo con la información recopilada a partir de la exploración del túnel bajo el Templo de la Serpiente Emplumada, se confirmaron vínculos políticos y las relaciones comerciales que se mantuvieron con las élites mayas. “Teotihuacán estaba interesado en recursos exóticos que incrementaban el prestigio de las élites teotihuacanas mientras que los gobernantes mayas buscaban obtener legitimidad al ser investidos en la gran metrópoli.”

Investigaciones que se realizaron en El Palmar, el Proyecto Arqueológico El Zotz, en su decimocuarta temporada, enfocado en un sitio llamado La Cuernavilla, descubierto mediante los datos de la iniciativa Lidar de Pacunam en 2016. En 2018 se inició la investigación multidisciplinaria para establecer la cronología y función de este sitio, ubicado en la escarpa que delimita el norte del Valle de Buenavista que corre entre El Zotz y su vecino Tikal. Un consorcio conformado por ocho grupos de investigadores unificó una metodología y, con base en las imágenes obtenidas a través de LIDAR, procesó, analizó y verificó los hallazgos. Estos son los proyectos arqueológicos que participaron: La Corona, Waka, El Tintal, Holmul, Naachtun y El Zotz. Cada agrupación analizó las mismas imágenes, pero desde distintos puntos de vista y el resultado fue un escenario claro, amplio y muchas respuestas por resolver, como que la población maya era tan grande como la de otras civilizaciones del mundo. Por la dificultad de vivir en medio de una selva y las condiciones poco amigables para la vida humana que caracterizan a los sitios de la Biosfera Maya, se tenía la idea de que la población no era tan numerosa, idea basada en el supuesto de que una civilización muy poblada no habría podido sobrevivir en esas condiciones. Los hallazgos indican que la población de la civilización era de alrededor de quince millones de habitantes. El cálculo se hizo a partir de la cantidad de estructuras que identificaron en los lugares explorados. LIDAR reveló 60 mil estructuras, casas, templos, calzadas y murallas, en un área de 2 mil 114 kilómetros cuadrados, es decir, un espacio cuatro veces mayor a la ciudad de Guatemala. Eran expertos en sistemas de cultivo. Hay resultados sorprendentes sobre la manera en que utilizaron conocimientos de ingeniería para montar sistemas de cultivo en los alrededores de las ciudades, porque vivían en un sitio sumamente difícil para la agricultura y muy poco amigable, sumado la falta de fuentes de agua cercanas a las ciudades y la gran población que debía ser alimentada en esas condiciones. ¿Qué opciones recurrían para alimentarse? El misterio quedó resuelto luego de analizar imágenes en donde se observan kilómetros de manejo de terracería para la implementación de áreas de cultivo. En lugares como Naachtun se identificaron diezynueve mil terrazas agrícolas situadas en pendientes de colinas. Esto corresponde a un sistema agrario de más de 500km de largo. Se identificaron más de cinco mil vestigios asociados a sistemas de canales de drenaje y campos elevados que dan una idea del esfuerzo que hacían para cultivar. Casi cultivaban sobre el nivel del suelo. Uno de los directores del proyecto, Philippe Nondédéo, explica que esto es una pequeña muestra del fuerte impacto que el humano puede tener sobre sus entorno y también del  aprovechamiento de recursos naturales. También en Uaxactún hay evidencia de que los mayas cultivaban sobre terrazas, de la misma forma que lo hacían los miembros de la civilización china. Era un mecanismo necesario para lograr sostenibilidad.Eran tan expertos ingenieros hidráulicos, manejaban un conocimiento elevado sobre sistemas hidráulicos, eran expertos en el manejo del agua. Una de las grandes preguntas que atormentaba a los investigadores era cómo resolvieron los mayas el problema del agua, la falta de fuentes cercanas de agua a sus comunidades. El Tintal fue uno de los proyectos que identificó las complejas capacidades de esta civilización para el manejo de agua para evitar adversidades como inundaciones o sequía, se encontró un canal aéreo y subterráneo para trasladar agua. Y es que ante retos topográficos, encontraron como solución los canales de manera aérea y subterránea. “Ellos manipularon el medioambiente para optimizar su productividad y abastecer a grandes poblaciones. Era un sistema mucho más sostenible de lo que pensábamos” (Francisco Estrada Belli, codirector de la iniciativa). Según él esto demuestra que tenían la posibilidad de enfrentar grandes cambios climáticos. Un puerto en la ciudad vecina de El Perú Waka a orillas del río en las afueras de esa ciudad, se encuentra una estructura que fue una torre de vigilancia y punto de control, cumpliendo la función de control del paso de mercancías dentro y fuera de esa ciudad. Este lugar era una “aduana” como al Castillo de San Felipe, una fortaleza ubicada en el lago de Izabal que funcionaba como centro aduanero. Se defendían para la guerra. Una fortaleza grande, ubicada entre El Zotz y Tikal, llamada La Cuernavilla, como ya ha sido informado renglones arriba de éste. Lo impresionante es que es uno de los primeros ejemplos de una estructura militar en esta civilización y que desmiente la creencia de que la guerra en esa época se limitaba a rituales, capturas y sacrificios. Contaban con sofisticadas estrategias de guerra, al punto que alteraban los terrenos de sus paisajes para elaborar sistemas de defensa. En ese mismo lugar, también encontraron depósitos de municiones y proyectiles, piedras rodondeadas para hondas. La guerra a gran escala fue importante en esta sociedad. Pero también despierta dudas sobre los motivos que provocaban esos encuentros entre regiones.