martes, 7 de enero de 2025

CATAFIXIANDO EN EL TIEMPO. Parte A. 267

 

CATAFIXIANDO EN EL TIEMPO

Nota:

Esta historia es apta para público de 0 a 123 años. 

Más no.

Diciembre 1 de 2024


Era el hombre que llevaba las riendas y que jalaba a las potrancas


Aquí escribiendo despacio para que ustedes lean rápido con vértigos de lucidez.

Espero que interpreten mis palabras con el espíritu de su intención.

Todo sea por la economía lingüística. 

¿Todo por qué?

Porque de repente me encuentro escuchando Raindrops Keep Falling on my Head escrita por Burt Bacharach y Hal David para la película Butch Cassidy and the Sundance Kid de 1969. La película ganó 4 Oscars, al mejor guión original, mejor fotografía, mejor canción, -ésta,- mejor BSO. refleja un mensaje de optimismo y flexibilidad frente a las adversidades. La imagen de las gotas de lluvia cayendo sobre la cabeza es una metáfora de los problemas y desafíos que la vida presenta, pues la letra describe a alguien que supera sus problemas y preocupaciones al darse cuenta de que no pasará mucho tiempo hasta que la felicidad venga a saludarlo. A los treinta minutos de película es cuando suena y no se ve ni una gota de lluvia. No puedo pensar en una canción más perfecta porque trata sobre la actitud del personaje. Es una canción sobre la libertad, no sobre la lluvia. Aquí hay  un par de catafixiadores de dinero que por fin han encontrado un pequeño respiro en el bosque. Tienen un lugar donde relajarse. La lluvia cae sobre todo el mundo, pero mientras seas libre, todo estará bien. Es una gran letra, tan sencilla y con un significado profundo. La versión original fue grabada por el cantante B.J. Thomas al séptimo intento poco después de haber sufrido laringitis, por lo que su voz suena más ronca en la versión de la película. Alcanzó la cima de las listas de éxito en Estados Unidos, Canadá y Noruega y se coló en la posición 38 en Reino Unido. Encabezó el Billboard Hot 100 en las primeras cuatro semanas de la década de 1970 y encabezó la lista Adult Contemporary por siete semanas, fue un éxito de ventas con más de 2 millones de copias en marzo de 1970. Fue declarada la cuarta canción más exitosa del año, además de hacerse de la cima en países como Argentina, México y Singapur. Los meses de ensueño para B.J. Thomas, cantando Raindrops Keep Fallin’ on my Head al amparo de un ukelele intoxicante, pareciera el resultado dichoso de un plan magistralmente ejecutado, aunque la realidad fue lo opuesto. El cantante de Oklahoma de 27 años, recién casado y con alcances medianos, se tropezó con la diosa fortuna. En pos de construir la canción base del filme Butch Cassidy and the Sundance Kid, protagonizada por Paul Newman y Robert Redford, el compositor Burt Bacharach llamó a Ray Stevens, cantante de country, para que se hiciera cargo de las vocales, pero con elegante ingenuidad éste dejó pasar la invitación con tal de centrarse en otro corte al que le vio mejores costuras. Con una mueca similar a la de un entrenador de fútbol al que se le acaba de lesionar su goleador estrella, Bacharach miró al banquillo, localizó a Thomas y le ofreció interpretar aquella oda al optimismo y el patilludo de ojos traslúcidos ni parpadeó, pese a que en esos días su garganta era terreno en ruinas, bombardeada por una laringitis tan severa que la recordó así, grabamos solo cinco tomas de la pieza, no pude hacer una más. Sentí que había cantado terriblemente mal, muy áspero, pero a Bacharach le agradó y pensó que así sonaba más auténtico y natural. El 5 de marzo de 2021, dos semanas antes de anunciar oficialmente al mundo que padecía un cáncer de pulmón en fase terminal, B.J. Thomas concedió una entrevista a Dave Paulson del diario The Tennessean que sería la última. Pero lejos de arrojarse al abismo del drama y aprovechar la interlocución para limpiar el aire con proclamas lastimeras y tirar contra el enemigo que le carcomía en silencio, el flaco fue fiel a la lírica luminosa del hit de su vida, rejuveneció un instante y recordó el gran golpe de suerte del ‘69, cuando fue segunda opción -y goleador de reemplazo- de Bacharach, “cada vez que me topo con Ray Stevens, le doy gracias por haber dejado ir esa bella canción. Siempre le transmito con sinceridad que sigo sin entender cómo es que hizo eso.” A finales de mayo, B.J. murió.

https://www.youtube.com/watch?v=QCNinrT3u3c 

Raindrops are falling on my head

Gotas de lluvia caen sobre mi cabeza

And just like the guy whose feet are too big for his bed

Y como el tipo cuyos pies son demasiado grandes para su cama.

Nothing seems to fit

Nada parece encajar

Those raindrops are falling on my head, they keep falling

Esas gotas de lluvia caen sobre mi cabeza, siguen cayendo

So I just did me some talking to the sun.

Así que acabo de hablar un poco con el sol.

And I said I didn't like the way he got things done

Y dije que no me gustaba la forma en que hacía las cosas.

Sleeping on the job

Dormir en el trabajo

Those raindrops are falling on my head, they keep falling

Esas gotas de lluvia caen sobre mi cabeza, siguen cayendo

But there's one thing I know

Pero hay una cosa que sé

The blues they send to meet me.

Los blues que envían a mi encuentro.

Won't defeat me, it won't be long.

No me vencerás, no pasará mucho tiempo.

Till happiness steps up to greet me

Hasta que la felicidad se acerque a saludarme

Raindrops keep falling on my head

Gotas de lluvia siguen cayendo sobre mi cabeza

But that doesn't mean my eyes will soon be turning red

Pero eso no significa que mis ojos pronto se pondrán rojos.

Crying's not for me

llorar no es para mi

'Cause I'm never gonna stop the rain by complaining

Porque nunca voy a detener la lluvia quejándome

Because I'm free

porque soy libre

Nothing's worrying me

Nada me preocupa

It won't be long till happiness steps up to greet me

No pasará mucho tiempo hasta que la felicidad se acerque a saludarme.

Raindrops keep falling on my head

Las gotas de lluvia siguen cayendo sobre mi cabeza

But that doesn't mean my eyes will soon be turning red

Pero eso no significa que mis ojos pronto se pondrán rojos.

Crying's not for me

llorar no es para mi

'Cause I'm never gonna stop the rain by complaining

Porque nunca voy a detener la lluvia quejándome

Because I'm free

porque soy libre

Nothing's worrying me.

Nada me preocupa.



“Amigo, yo veo muy claro, pero el mundo está ciego”

Butch Cassidy


Con dos centímetros de hambre las teclas se me pusieron duras.

Aquí desde la memoria de la carne, les cuento haciéndome un desdoblamiento, que el bragado de Butch Cassidy, alias de Robert LeRoy Parker -con su apellido de estilográfica,- parido en Beaver, Utah en la madrugada del 13 de abril de a 1866 y, muerto por perforación múltiple con un vacío de última oportunidad como quien busca introducirse en una cueva de conejo, en Tupiza Bolivia un 6 de noviembre de a 1908, aunque sean sólo rumores de época que estorban. Quizá sólo sea una mísera memoria rancia, aunque se rasguen las vestiduras.

No era muy listo, ni divertido pero era un encanto tierno en el cuadrado inverso.

Tal vez murió de una noble enfermedad llamada Derepente. Así me han dicho. Y no es infidelidad visual.

Pensó que podía morir como otros, resignado y sin bautismo en aguas.

Pero quién fastidios es este fulano.

¡Ah! pues nada más que un famosísimo tomador de lo ajeno a lo bestia.

Un gran catafixiador de lo más decente.

Experto en travesías y sobresaltos. No perdía, ganaba o dejaba de ganar.

Lo hacía en trenes y bancos de la Unión Americana y luego en el sur del continente.

Fue el CEO de una banda, -no precisamente musical,- de sustracción de moneda conocida como la Wild Bunch o sea la Banda Salvaje, aunque no tocaban ningún instrumento, salvo los que contenían balas en el tambor. De la cual él y luego su acompañante de travesías tenían unas Colts Single Action Army, SAA, con longitud de cañón de 3”, 76.2mm, de largo total de 8.3mm y alcance efectivo de 30m, con un peso de 1020 gr.

Era de los que no pierden la cabeza aunque le estén dando plomoterapia hasta la bisectriz.

Su operación inicialmente se circunscribía al Viejo Oeste en su tránsito privado, pero por las necesidades cotidianas tuvieron que elevar vuelo a la tierra encantada en un ambiente más frío que mi ex. Volaron hasta el finisterre.

Extendió sus alas y dejó el nido.

Aunque lo que sí es cierto es que siempre andaba caminando sobre arenas movedizas, tenía las nalgas más paches que las del Kichi.

Existió otra Wild Bunch que fue la original con marca registrada y todo, de la cual Cassidy decidió hacerles honor y tomar el nombre por lo original de la marca global. 

Delito reiterado eran las inconsistentes acusaciones, aunque ellos se bajaron del tren sin pagar el boleto. Lo que sí sé es que eran puros filósofos pensativos y nunca tuvieron un abogado de cabecera. No soltaba blasfemias porque sus principios éticos se lo impedían.

Inspirado por las motivaciones del momento Parker se dedicó a actividades punibles, de acuerdo al decálogo de ese entonces, durante más de una década a finales del siglo xix y principios del xx, pero las presiones de ser acosado por las fuerzas del orden que no tenían otra cosa que hacer, en especial por la Agencia Nacional de Detectives Pinkerton, permitieron que a pesar de no tener visa viajara fuera del país, buscando un territorio desocupado. Huyó con su colaborador Harry Longabaugh, renombrado Sundance Kid y, la marinovia de éste, o de los dos, Etta Place la que chupaba minuciosamente parejo. El trío -sin sus instrumentos musicales,- viajó primero a Argentina y luego a Bolivia, donde se argumenta que Parker y Longabaugh murieron en un tiroteo con el ejército boliviano en noviembre de 1908, que los dejó con múltiples perforaciones de plomo, quedando similares a coladores, aunque las circunstancias exactas de su destino siguen siendo objeto de polémica de contrapunto mediática. De ser así, quedaron más limpios que si los hubieran remojado en Dawny.

La vida y la muerte de Parker han sido ampliamente representadas en el cine, la televisión y la literatura, y sigue siendo uno de los iconos más conocidos del mito del Salvaje Oeste en tiempos modernos. Si esto no es vivir ¡Vámonos!


Butch: -Una vez que se dividan, podremos ocuparnos de ellos sin problemas.

Sundance: -Quizás.

Butch: -Muchacho, para ser un pistolero, eres todo un pesimista.



No hay buenos, ni malos, son sólo intereses en conflicto permanente


Con el arte de mantener las cosas alejadas en su lugar, Parker -él de las plumas fuentes,- fue hijo de un tal corte inglés con hidrofobicidad, Maximilian Parker y una tal escocesa Ann Campbell Gille, inmigrantes mormones -mala combinación esa,- de la iglesia satánica de Los Santos de los Antepenúltimos Días, que llegaron al territorio de Utah a finales de la década de 1850. Fue el mayor de trece hermanos, porque en ese tiempo no había tevé. Creció y se crió en el rancho pagano de sus papases cerca de Circleville, Utah a 346 km al sur de Salt Lake City. Ante tanta obstrucción huyó de su casa en la adolescencia y, mientras trabajaba en un rancho lechero, conoció a Mike Cassidy, un abigeo de ganado. Trabajó en varios ranchos y tuvo un breve aprendizaje de carnear con un carnicero en Rock Springs, Wyoming, de donde le quedó el apodo Butch por butcher, carnicero, porque era fantástico para filetear billetes. Al sobrenombre le agregó el apellido Cassidy, en honor de su viejo amigo y mentor, lo que fue toda una noble inspiración para su glorioso laberinto patronímico, para tener múltiples identidades.


"Lo malo vendrá cuando, tras fugarse del rancho de sus padres, adolescente aún, mientras ordeña vacas en una explotación ganadera, conozca a un ladrón de ganado, Mike Cassidy"

Javier Memba. Zenda


Butch: -Muchacho, hay algo que debería haberte dicho, nunca he disparado a nadie antes.

Sundance: -Vaya momento para decírmelo.


Liberté, égalité,fraternité


1880-1887


Butch: -Si él me hubiese pagado lo que estaba gastando intentando evitar que le robara, habría dejado de robarle.


Todos tienen sueños, pero no del mismo modo, así que rememorando el tiempo, hacia 1880, Butch intentó visitar un negocio de ropas en un pueblo vecino, pero encontró que el local estaba cerrado, lo cual no es aceptable, mal servicio, así que se vió forzado a entrar al comercio de alguna forma mágica, tomó un par de pantalones vaqueros y dejó una nota diciendo que los pagaría durante su próxima visita, lo cual es todo un gesto de gente honrada, pero el desalmado comerciante con su doble moral, tomó los datos que Butch había dejado en su escrito y lo denunció ante el MP y la PNC. Tras una tenaz resistencia en el tribunal donde el juez de Delitos Contra el Medio Ambiente y, sin necesidad de engrasar a las autoridades, finalmente fue liberado. Continuó currando en un rancho hasta 1884 y cambió de aires hacia Telluride, Colorado, buscando otros pastos a fin de buscar un trabajo honrado. Después retomó su trabajo en ranchos de Wyoming y Montana. En realidad, más que robar él mismo vendía las monturas, pues su cometido mercadológico consistirá en vender los animales. Regresó a Telluride en 1887 donde se hizo amigo de Mathew Warner, propietario de un caballo de carreras y, juntos corrieron el caballo en diversos eventos dividiéndose las ganancias y sin darle nada al pobre animal que era el 80% del éxito. Se dedicó a las carreras hasta conocer a William y Thomas McCarty, los que le dieron las ideas estratégicas y conocimientos sobre atracar a trenes y bancos y que dejara de andarse con pichicaterías. Cassidy, Warner y McCarty fueron responsables según las últimas investigaciones de los fiscales del MP, de caerle a un tren en las arrabales de Grand Junction, Colorado, que fugazmente fue ejecutado el 3 de noviembre de a 1887, como quien declama un salmo. Como el noble guardia de la caja fuerte del tren, con fuerte olor a miedo, les aseguró que nadie allí conocía la combinación para abrirla y, sin tener dinamita a mano y, para no dañar la propiedad ajena, se retiraron bendiciendo a los pasajero que voluntariamente y sin que mediara diálogo alguno, les ofrendaron US$153 dólares como ofrenda de misericordia.



1889-1899

In hilo tempore, en la rutina, ese mismo trío que no cantaban boleros -junto con un cuarto hombre fantasma- fue a hacer un bisne porque era sólo uno, se ajustó responsable de la sustracción del dinero ocioso del San Miguel Valley Bank de Telluride, el 24 de junio de 1889, en donde sin que se le arrugara el cuero, con su voz de barítono conminó a los encargados sin arcaísmos modernos:

-Estimados señores, sepan que ningún daño habrá de ocurrírles si bondadosamente como ustedes suelen ser, nos hacen el favor de bendecirnos con el papel moneda oculto en la caja. No obedecer la orden era muy malo para la salud.

A los encargados del susto se les mojaron las botas, tobando la derrota de las fauces de la victoria.

De ese alusivo acontecimiento obtuvieron míseros US$21,123 dólares y se escabulleron hacia Robbers Roost, un escondite remoto en el sudeste de Utah. 


Butch: -¿Cuántos nos están siguiendo?

Sundance: -Todos ellos.

Butch: -¿Todos? 

¿Cuál es el problema de esos tipos?


Esto es lo que va a pasar.

Interponiendo lagunas de distancia emocional, en 1890 Butch adquirió producto de su duro trabajo, un rancho cerca de Dubois, Wyoming. El mismo estaba en las proximidades del famoso Hole-in-the-Wall, que no es un putero, sino una formación natural geológica que le brindaba refugio a los perseguidos por las ociosas y desocupadas autoridades de turno que le gusta malgastar su tiempo. Los incautos mantienen la sospecha de que el rancho de Cassidy, nunca tuvo éxito en su explotación comercial, sino que era una fachada comercial para ocultar sus actividades clandestinas y lavandería de dinero, posiblemente con fugitivos de la ley del Hole-in-the-Wall, sin saber de qué lado masca la goma de mascar la cabra.


“Hay tanto dinero que es difícil llevárselo”

Butch Cassidy


Al despertar del 1894 sólo para comprobar de qué lado sopla el viento, se enamoró de Ann Bassett, Annie para los amigos, -una golosa rancherita de cuerpo monumental casi efigie de Venus, de rostro angelical, ojos de sueño, pestañuda, pelo color de elote, tetas señoriales, cinturita de avispa, caderas homogéneas, piernas hechas en torno de acero, de sexo oscuro,- prófuga de la ley del viejo oeste, por dedicarse a la sustracción de objetos ajenos y dedicarse a la venta de su cuerpo y sus habilidades amatorias a la carta, como si fuera la bolsa del mandado. Llegó con toda la puntualidad de una menstruación. El padre de su enamorada era el ranchero Herb Bassett, quien había hecho negocios con él, proveyéndole caballos de refresco y carne, pero de la que sirve de alimento. Ese mismo año, brincando de la olla caliente cayó al fuego pues Cassidy fue arrestado injustamente en Lander, Wyoming, acusado de la birlación de caballos y por ejercer un sistema coercitivo de protección entre los rancheros locales que no entendían que era por su bien para librarlos de los ladrones y cuatreros. Fue puesto en un dormitorio con rejas en la Prisión del Estado en Laramie donde cumplió una injusta sentencia de dieciocho meses de una condena de dos años y fue liberado en enero de 1896, por buena conducta y servicio al prójimo, después de jurarle ante el altar al gobernador William Alford Richards que no volvería a quebrar la ley en ese estado -sólo en otros,- a cambio de que le acortaran la duración de su sentencia. Luego de ser liberado tuvo una breve relación con Josie, la hermana mayor de Ann Bassett de capa pilosa color blondo, pero siempre quería rezar antes de aparearse, así que volvió con la hermana menor que le proporcionaba mejores aires. Lo importante es trincarlas sin que lo esperen, pues la distancia entre cazadores y presa es más corta de lo que se espera.



Iré en busca de una mujer. No soy exigente, me basta con que tenga talento, 

sea bonita, muy cariñosa, amable, elegante, encantadora y libre”

Butch Cassidy


1896-1897

En el simple juego en que los billetes cambian de mano y, tras su liberación se relacionó con un grupo de honrados ciudadanos buena onda, en particular con sus amigos más próximos Elzy Lay, Harvey Kid Curry Logan, Ben The Tall Texan Kilpatrick, Harry Tracy, Will News Carver -lo que obedece a que a éste le gustaba ver su nombre publicado en los periódicos, aunque sea hablando de sus bienaventuradas andanzas,- Laura Bullion, George Flat Nose Curry, William Ellsworth y algunos otros que de momento no me recuerdo, con quienes formó la conocida banda de Wild Bunch. Con ella, la actividad de Parker creció en forma geométrica. A pesar de que la Wild Bunch a menudo es descrita por los escritores narradores como una banda no violenta, fue responsable de numerosas traslaciones de vivos al mundo de las sombras durante sus trabajos de intercambio de moneda. 

Tan sólo fueron 9, no hay que exagerar. 

Con pecatta minuta, aunque la historia del Oeste raramente se detiene en ellas, las forajidas hembras de refajo y pistola también fueron frecuentes. Así, junto a Butch Cassidy -amén de Ann Basset ocasionalmente- también cabalgó Laura Bullion, -cuya sombra era linda en su vida casi morbosa,- siempre dispuesta a coger las armas cuando no cogía hombres y se prostituía, pues metía su cuchara donde no debía y desbordaba la sopa. Los ponía de rodilla porque sólo fue una, pero sabrá que, si la cogen, le colgarán igual. Esos eran hombres tiesos sin sentido del humor. 

En el transcurso del tiempo, un 13 de agosto de a 1896 Cassidy, Lay, Kid Curry y el hombre sin rostro ayudaron al movimiento bancario de un banco en Montpellier, Idaho en donde el dinero se estaba enmoheciendo y, para salvar la bolsa de valores de una caída abrupta e innecesaria, así se sacudieron con unos insignificantes US$7 mil dólares. 

Cambio de planes. Al poco tiempo incorporó al grupo a su carnal Harry Alonzo Longabaugh, reconocido por la santa iglesia como Sundance Kid, nativo de Pennsylvania, el menor de cinco hermanos de una familia fanática bautista de las que no le atinan, en la primavera de 1867 en Mont Clare, Pensilvania. A los 15 años, se fue al oeste para trabajar en el rancho de un primo en Colorado y, luego, trabajó como vaquero en Wyoming y Montana, y también en Alberta, Canadá. Su encarcelación en Sundance, Wyoming, por usar un caballo ajeno, le valió el apelativo de "Sundance Kid,"  y Kid que es un nombre para designar a las jóvenes promesas.


Etta: -¿Sabes lo que estás haciendo?

Butch: -Teóricamente.


En la alborada de a 1897 Parker se encontraba habitando en Robbers Roost con su novia Ann Bassett, Elzy Lay y su novia Maude Davis. Los cuatro se agazaparon allí hasta comienzos de abril, cuando Elzy y Butch enviaron a las mujeres a su casa con el fin de poder planificar el próximo reembolso a realizar, que tuvo efecto unl 21 de abril de a 1897, en el pueblo minero de Castle Gate, Utah, en donde Parker y Lay organizaron una acechanza a un grupito de hombres que llevaba el dinero para el pago de salarios de la Pleasant Valley Coal Company desde la estación de tren hasta las oficinas de la compañía, en donde por artes visibles extrajeron subrepticiamente una saca que contenía US$7,000 dólares en oro, por una emergencia impositiva, para después retornar a Robbers Roost y sin pagar impuestos.



"¿Es acaso la naturaleza un gato gigantesco? 

Si es así, ¿quién le rasca la espalda?"

Nikola Tesla


Cuando recién amanecía un 2 de junio de a 1899, la banda de cristal  ayudó el correo de la Union Pacific cerca de Wilcox, Wyoming a deshacerse de todo el lastre que andaba arrastrando en el encaje con maniobras de aseo. La irrupción cobró gran notoriedad y provocó una masiva búsqueda de los sustractores colindantes por asociaciones lingüísticas. Muchos famosos hombres de la ley de aquellos y estos tiempos participaron en la caza de carne humana, sin fortuna alguna. En el ajuste de cuentas sobraba plomo y durante un tiroteo con hombres de la ley luego de dicho acontecimiento, Kid Curry y George Curry le ayudaron a traspasar el umbral al Sheriff Joe Hazen que andaba papaloteando en los alrededores. Tom Horn, un reconocido matador a sueldo y empleado de la Agencia Pinkerton, obtuvo información del experto en explosivos, Bill Speck a quien le encantaba andar untando mantequilla, el cual corroboró que ellos le habían disparado a Hazen, acontecimiento singular que a él no le constaba en su diario, dato que Horn le trasladó al detective de Pinkerton Charlie Siringo vía whatsapp. La banda se tuvo que desplazar hacia Hole-In-The-Wall. La Banda del Desfiladero les llamarán en alusión a su escondite. A Siringo se le encomendó la tarea de capturar al grupo en fuga, a pesar de no contar con pruebas contundentes del asunto en cuestión, se hizo amigo de Elfie Landusky, quién estaba en busca de los Curry ya que, según él, Lonny Curry, el hermano de Kid Curry, había dejado embarazada a la caliente de su hermana, pero no tenía prueba alguna, pues muchos del pueblo podían ser los culpables, así que Siringo en su mente descompuesta tenía pensado ubicar a la banda a través de la boca de ella, pues su panza ya andaba creciendo minuciosamente.


Butch: -¿Qué le sucedió al viejo banco? Era precioso.

Guardia: -La gente lo seguía atracando.

Butch: -Un pequeño precio a pagar por tanta belleza.


El leitmotiv seguía su curso en la corriente y, sin poder detener el tiempo, un 11 de julio de a 1899, Lay y otros de cuyos nombres no puedo recordarme, que eran amigos de otros amigos, llevaron a cabo una sustracción a un tren en cercanías de Folsom, Nuevo México, en una acción ideada y planeada por Butch, y que según los registros hasta pudo estar directamente involucrado, pero nadie está seguro porque no les consta, porque él andaba en otros menesteres profesionales. La pura gana de hacer daño a las personas honradas. Durante la sustracción se produjo un bondadoso intercambio de plomo con los agentes de la ley durante el cual Lay, le hizo el favor a los aprendices de disparador de que descansaran para siempre y que conocieran la vida eterna prometida, siendo ellos el Sheriff Edward Farr y a Henry Love, lo que resultó en una cuenta de por vida en las jaulas sin fin en la penitenciaría del Estado de Nuevo México.

Con sus sabores eléctricos, los miembros de la Wild Bunch, por lo general, se separaban tras cada suceso sustractivo en distintas direcciones, para posteriormente reencontrarse en un punto acordado, como el escondite Hole-in-the-Wall, "Robbers Roost", o el burdel The House of Rising Sun en San Antonio, Texas, de la bella, agraciada y voluptuosa  Fannie Porter rara de narices y tetas compatibles, protectora de los desvalidos y eyaculadores precoces, querida de todas las mujeres que a diario al retorno del marido a casa les dolía la cabeza. 



COMERCIO INTERIOR

Carita de palo seco

por qué venís toda aterrada,

¿te quedaste sin pisto,

o tu marido no te dio nada?

Ay Dio, soy soltera, pero practico a diario,

así me gano los sustentos y

a todos mantengo contentos.

Trabajar en la calles,

es comercio  exterior,

que es sólo la pantalla

porque el verdadero negocio

se hace en el interior.

De la pluma inédita del Zope


El dolor es bueno, porque significa que se tienen nervios funcionando


Intento de amnistía

Pero como no era quien para tenderle la cama y tal vez debido a la pérdida de Lay injustamente encerrado por todo el tiempo que le latiera su corazón, Cassidy para facilitarle la gestión, se habría acercado al gobernador republicano Heber Wells, -elemental y torpe,- de Utah que se había incorporado a la Unión en 1896, para negociar una cristiana absolución, pero Wells, sucio de narices, insulsamente le dijo que no se hiciera muchas ilusiones, recomendándole que debía persuadir al Union Pacific Railroad de que dejaran sin efecto los cargos y denuncias por los que lo habían injustamente acusado sin prueba física alguna, pero a causa del mal tiempo no anunciado por el insivumeh de un frente caliente con vientos del sur, esta reunión nunca se realizó. Siempre procurando evitar Wyoming, por la promesa al gobernador no volver a delinquir en ese estado para librarse de los últimos cuatro meses de una condena de dieciocho en la prisión de Laramie, Cassidy y su gente, entre quienes ya habrá empezado a cabalgar Sundance Kid, cobrarán mucha notoriedad visitando bancos en Idaho y Utah. Casos que ni siquiera su fiscal de confianza pudo resolver,

Luego de ese candente asunto, el Union Pacific Railroad, bajo la dirección de E.H. Harriman, intentó contactar a Cassidy a través del nihilista Matthew Warner, un viejo aliado de Butch que había sido liberado de la cárcel por falta de pruebas y acusación infundada con propio. Pero, el 29 de agosto de 1900, Butch, Longabaugh -que era experto en logística clandestina,- y otros personajes del ambiente sustrajeron valores en el tren del Union Pacific en las proximidades de Tipton, Wyoming, ultrajando el cumplimiento del ofrecimiento de promesa previa al gobernador de Wyoming de no volver a quebrantar la ley en dicho estado, sólo en otros. Bueno, no lo ultrajó, pues el tren andaba en tránsito por tierra de nadie. En realidad no quebrantó la promesa, pues el sonámbulo del gobernador no le hizo caso y lo mandó a comer saltamontes, y lo alejó de la posibilidad de conseguir una amnistía. 

Entre tanto, el 28 de febrero de 1900, agentes de la ley intentaron arrestar a Lonny Curry, hermano de Kid Curry, mientras estaba en la casa de su tía putativa Hermione Wells que estaba cocinando un pastel de banano con brócoli, pero a Lonny sin mediar palabra le acometieron por la espalda mientras desayunaba tocino con pan de cazador y, en el tiroteo que se desencadenó abruptamente, su primo Bob Lee fue detenido acusado de cuatrerismo indigente y fue encarcelado en Wyoming sin boleto de regreso. El 28 de marzo, Kid Curry y Bill Carver fueron perseguidos por un auxiliar de la ley en St. Johns, Arizona, tras ser identificados por uso de billetes marcados provenientes de la sustracción monetaria en Wilcox, Wyoming. El ayudante los alcanzó y se trenzaron en un bonito y célebre intercambio de plomo en el que los ayudantes de la ley, Andrew Gibbons y Frank LeSueur, pasmosamente se dejaron abatir y fueron traspuestos al más allá, con toda la piedad correspondiente de estos casos tal y como lo manda la Carta Magna. Carver y Curry salieron despistadamente hacia el nordeste, pues ya sólo les quedaba la isla de Guiligan y el lado oscuro de la luna.



Humo y plomo


Pero como el tiempo no pasa por gusto, el 17 de abril, George Curry fue vilmente matado como suele hacerse ecuanimemente desprovistos de maldad expositiva por docena y media de balas calibre 45 en una balacera junto al Sheriff John Tyler y su ayudante del Grand County, Utah, que lo sorprendieron mientras ensuciaba en el monte y, se batió como los buenos y con los pantalones bajos, pues a todo pistolero le llega su martes. El 26 de mayo, Kid Curry cabalgó hasta Moab, Utah como quien se quita una brasa del culo y se desquitó de Tyler y Jenkins en una bendecida e intensa refriega colmada de humo y plomo, por la desquitanza de la muerte de George Curry y su hermanito, Lonny, porque la dicha tarda pero llega, porque la gratitud va más allá de las palabras.



“Dí lo que piensas, pero monta un caballo rápido”

Butch Cassidy


Siempre coqueteando con el peligro y cambiando de escenario y para abreviar en el tiempo, Butch, -que no era de gatillo fácil,- Harry y Bill viajaron a Winnemucca, Nevada y un 19 de septiembre de  a 1900, donde había llovido con una saña bíblica y, porque el tiempo ya lo exigía e hicieron un intercambio de valores en el First National Bank con la irrisoria cantidad de $32,640 dólares sinsombrerismo alguno. Ya para diciembre en vísperas de hacer su nacimiento del niño Dios cantando villancicos, Parker con su singularidad de botas puestas, posó como modelo de pasarela en Fort Worth, Texas para la internacional foto de Los cinco de Fort Worth, en la que se encuentran retratados Butch Cassidy, Harry A. Longabaugh, Harvey Logan el Kid Curry, Ben Kilpatrick y William Carver. La Agencia de Detectives Pinkerton obtuvo una copia de la fotografía por la incómoda suma de 2 dólares y la comenzó a utilizar para sus carteles de búsqueda en las redes sociales de aquel entonces, que eran los postes del telégrafo y las puertas de las cantinas. "A estos detectives, a la cabeza mundial de la investigación, no se les burla como a un vulgar sheriff de un pueblo donde impera la ley del revólver."



”No te agaches con las botas puestas”

Dicho del viejo oeste


En la escalada del desconsuelo Kid Curry abrumado de dolores esfinterianos unido como mancuerna al grupo y junto con Cassidy y Longabaugh para deslindar el dolor que los malos espíritus les provocaban en el atardecer, haciendo correr al máximo a sus caballos y, agarrándose del pasamanos ingresaron al vagón marcado con el signo de dólares y le cayeron a otro tren del Union Pacific que insulsamente pasaba por ahí, cerca de Wagner, Montana, donde conminaron a los encargados:

-Estimados señores, en esta bonita tarde ustedes no deberían recurrir a ese feo gesto que es la violencia, sobre todo la armada, así que por favor si sus mercedes tuvieran a bien dejar sus armas en el piso franco, nosotros no nos veríamos en el feo caso de responder a una agresión sin sentido.

Y sin más, obedientemente obedecieron a tan fiel llamado a la paz, después de un diálogo tan bonito y certero.

Sabía que los otros disparaban primero y preguntaban después como todo agente acreditado. Así que acto seguido, alzándose con más de US$60,000 dólares en efectivo en billetes de baja denominación, decidieron bajarse de ese ferrocarril y, como siempre, nuevamente se separaron, y Will Carver fue abatido cobarde y traicioneramente por la espalda por un francotirador agente de la ley que lo perseguía bajo la dirección del Sheriff Elijah Briant mientras huía en su jumento. 

Por eso reza el proverbio árabe: “el desierto cabe en un grano de arena.”

El 12 de diciembre de 1901, otro miembro de la banda, Ben Kilpatrick fue capturado junto con Laura Bullion en Knoxville, Tennessee, mientras que plácidamente hacían de aquellito, denunciado por un anónimo que llegó subrepticiamente a la oficina del sheriff en manos de un niño que lo hizo por la módica suma de cinco centavos. El 13 de diciembre, durante un realista intercambio de tiros y humo con agentes de la ley, Kid Curry les cerró los ojos para siempre a los policías William Dinwiddle y Robert Saylor de Knoxville, para que ya nunca más estuvieran viendo lo que no les importaba tomándose la ley en sus manos y, dándose luego a la evasión desapareció bajo todo un misterio. Aunque era perseguido por agentes de Pinkerton y otros oficiales estatales, Curry regresó a Montana por un extravío indescifrable, donde avanzó al viaje sin retorno al ranchero James Winters, responsable de la muerte de su hermanito Johnny algunos años antes, porque las añoranzas no se olvidan y deben ser devueltas a la tierra.


Butch: -Lista y no baje la guardia.



"Nunca ha habido un caballo que no se pueda montar; 

nunca ha habido un vaquero que no se pueda derribar"

Dicho del viejo oeste


1901 a la Argentina 

Desde la orilla de la sombra donde no controlaban las causas últimas Cassidy y Longabaugh en esas crueles acciones de aquí te espero, agobiados por las injusticias ahuecaron el ala hacia el este a Nueva York y el 20 de febrero de 1901, en compañía de Ethel “Etta” Place, la más que amiga de Longabaugh, -con quien ambos compartían lecho, porque era difícil de hacerla entrar en razón pues ya se había quebrado los cuernos,- y de allí partieron hacia la tierra prometida, Buenos Aires, Argentina, a bordo del vapor británico Herminius que levantando espuma por las aspas viajaba a 4 nudos rompiendo olas. Parker se hizo pasar por James Ryan, un hermano ficticio de Place, en relación con los márgenes y límites antepuestos. En Argentina, acostumbrado a sufrir sol y frío, se afincó con Longabaugh y Place en una cabaña de troncos, localizada en el Waze en S42 26.589 W71 25.694, -la cual todavía está en pié,- de cuatro habitaciones muy bien acreditada en una estancia de 61 km² que compraron sobre la orilla este del río Blanco, cerca de Cholila, en la provincia de Chubut en las estribaciones de los Andes. En mayo de 1901 llegaron a Trelew y se hospedaron en el Globo un hotelucho 3 estrellas, donde vivieron un tiempo hasta instalarse definitivamente en Cholila. Poco después, la Pinkerton que eran unos pichafloja con una lógica política implacable, mano de acero toledano y huevos de toro, envió un documento con los datos de filiación de los presuntos occisos y ofreció la atractiva recompensa por la módica suma de 10 mil dólares por las cabezas de Butch y Sundance vivos, muertos o en estado catatónico o todo lo contrario. Mafiosi cabroni, que guardaban clavos gruesos en el archivo y un cuerpo enterrado en el patio. Según esta documentación, en 1901 Cassidy estaba en la juventud de la flor con sus 35 años a los lomos, medía 1.75 mt de estatura, era robusto, más bien longano, con un peso de 165 libras, cara redonda un poco achatada según los estatutos de Miss Universo, doble frente, pelo rubio claro pache, ojos azules pequeños como quien aguza la vista, cejas simples, bigote pequeño sobre boca poco definida horizontal, orejas estándar, barbilla entre cuadrada y redonda, dos cicatrices en la parte posterior de la cabeza y otra pequeña debajo del ojo izquierdo, además de un pequeño lunar en la pantorrilla derecha y otro en la nalga izquierda y docena y media de huevos. Sundance Kid tenía 34 años, tenía una estatura de 1.77 mt, ojos azules morunos, nariz larga algo picuda, frentialta, pelo y bigote castaño, facciones de tipo griego tendiendo a Hermes, pesaba 169 libras, y se destacaba por su andar chueco como que caminaba con un pie en la banqueta y el otro en la calle, por una bala furtiva que le dañó el calcáneo. La nada despreciable Etta tenía 22 años, medía 1.65 m, pesaba 110 libras, contaba con cabello castaño, ojos verdes y una bella figura tipo Brigitte Bardot, con buenas herramientas sin manta en la cabeza y al lío con alto kilometraje. En el mercado libre, ellos tenían sus propias normas y quién les dice algo. Inútil discutir habiendo tetas de por medio. “Tiran más las tetas que dos carretas.”



“Tengo 300 cabezas de vacunos, 1500 ovejas, 28 caballos de silla, dos peones que trabajan para mí, establo y algunas gallinas. 

Lo único que me falta es una cocinera, 

ya que todavía sigo en estado de amarga soltería”

Butch Cassidy


1905 últimos años, con su mayor asalto

Con tendencia al transhumanismo con tecnología crispr y al frío ventoso, un 14 de febrero de a 1905, para celebrar el día del amor, dos angloparlantes, Parker y Longabaugh, se arremolinaron en el Banco Tarapacá y Argentina en Río Gallegos a 1,130 km al sur de Cholila, cerca del Estrecho de Magallanes, a quienes con todo de predicador dijo con sincero epíteto:

-¿Algo más estimados señores?

Y, trascendiendo por los pelos engrasados con una suma equivalente a unos 100 mil dólares de hoy en la mañana y, sin llevar papeles la pareja se desvaneció fantasmagóricamente como conejos en la inmensidad de las estepas patagónicas. 

Esa  era una de las teclas que había que tocar para que sonara la música. 

Para abreviar el tiempo, el 1 de mayo, para celebrar el día del trabajo en el que nadie trabaja, el trío sometió a la venta el rancho en Cholila porque las autoridades los estaban empezando simpáticamente a acorralar, como búfalos heridos. La agencia Pinkerton conocía su ubicación a través del Lidar y los drones circunstanciales, desde hacía algún tiempo, pero la estación de lluvias había impedido que su agente Frank Dimaio viajara y los arrestara como había sido establecido en el canon protocolario 14/3. El gobernador Julio Lezana había emitido una orden de arresto, no obstante, antes de que pudiera ser ejecutada, el sheriff Edward Humphreys, un argentino-galés que era amigo de Parker y que estaba enamorado de Etta Place, aunque esta no se le rendía porque era taciturno, los alertó de que venían en su búsqueda. Con toda la masculinidad del macho que aleja a su hembra de la manada, el trío entonces con todo y bártulos e instrumentos se dirigió hacia el norte hasta San Carlos de Bariloche donde se embarcaron en el vapor El Cóndor, atravesando el Lago Nahuel Huapi para cruzar a Chile. Pero contra todo pronóstico hacia finales del año estaban de regreso en Argentina, por un llamado de la tierra y porque en Chile la comida era muy picante. El 19 de diciembre, Butch Cassidy, Longabaugh, Place y un hombre fantasma no identificado tomaron parte de una tenaz sustracción de banca al Banco de la Nación en Villa Mercedes, a 650 km al oeste de Buenos Aires, transportando 12,000 pesos. Perseguidos por hombres armados, volvieron a cruzar las pampas y los Andes hacia la seguridad de Chile, donde los tozudos enarbolaban ¡Viva Chile mierda! 



“La simplicidad es la máxima sofisticación”

Leonardo Da Vinci


Como cada cual se la monta a su propio aire y para que no le endosaran la nota de cambio, el 30 de junio de 1906, Etta Place con un ápice de sutileza y sola con su soledad decidió que ya era suficiente con la vida de aventuras que había tenido y, que ya ni los dos juntos la satisfacían, con cierto cuidado libre de casualidades, en la agonía del dolor con miedos existenciales, así que Longabaugh la escoltó de regreso a San Francisco, California sin problemas ni consecuencias de tránsito. Mejor lejos que cerca. Parker, bajo el alias de James “Santiago” Maxwell, obtuvo trabajo en la mina de estaño Concordia en Santa Vera Cruz en los Andes centrales bolivianos, donde se juntó con Longabaugh tras su regreso de los Estados Unidos quien regresó hecho de material más fuerte. Sus responsabilidades principales incluían cuidar los fondos para el pago de salarios, que era una toma de pulso del momento, porque ellos eran la voz de un pueblo desesperado por la pobreza. Aun intentando asentarse y convertirse en un ranchero respetable, Parker realizó a finales de 1907 una excursión con Longabaugh a Santa Cruz de la Sierra, una ciudad fronteriza con la selva al este de Bolivia, y desde allí le escribió a unos amigos en Concordia, diciendo que había “por fin encontrado el lugar exacto que he estado buscando durante veinte años,” que era la tierra que la Biblia había prometido en josué 1:4. Con 41 años de edad sobre las abundantes cejas, con fuerte olor a encierro a Butch le pesaba un remordimiento muy cabrón. 

Mato y luego existo. 

En la misma carta, se lamentaba “Oh santo, si pudiera retroceder 20 años yo sería feliz.” Todo parece ser que estaba teniendo problemas de erección y adicciones positivas. Se maravillaba ante la disponibilidad de buena tierra con gran facilidad de riego y pasturas y predijo “Si no caigo, pronto estaré viviendo aquí.”

Pues al pasar la frontera todo cambia, todo lo necesario para el drama y la tragedia, salpicados de alegría y emoción.



Quien pide favores tiene que devolverlos mañana


Muerte

Quiero escuchar tus heridas y lamer tus silencios. 

Ellos no eran muy de destruir personas y fabricar muertos.

Cuando los hechos que rodean la muerte de Butch Cassidy son imprecisos, vagos, raros y dudosos. Más inciertos que una buena quincena de diputado, pues lo que no se usa caduca. 

El 3 de noviembre de 1908, en proximidades de San Vicente, en el sur de Bolivia, un correo de la mina de plata Aramayo Franke y Cia. viajaba a mula transportando el dinero para el pago de salarios a los mineros cuando repentinamente y sin una retorcida exhibición de metales, fue sustraído por dos americanos de pelos claros y rostro cubierto con pañuelos McGregor. 

Por eso no metas la olla donde tienes la polla, o algo así. 

Los presuntos occisos después se dirigieron hacia San Vicente, donde se asentaron, pero no borraron las huellas dejadas en el camino. Aunque no solían dejar frentes abiertos, sólo los mínimos. Lo habían hecho con mucho entusiasmo teatral en estampida. Tres noches después, el 6 de noviembre, la casa en la que estaban alojados fue rodeada en versión áspera por un pequeño grupo de personas encabezado por el alcalde local, -que no era un simple chulo de putas,- al que se había unido un grupo de oficiales desocupados y en retiro del ejército y soldados fuertemente armados hasta las solapas. 

Fue católicamente diabólico.

Acto seguido en una relación de amor y odio, se desencadenó un traslape de tiros, vienen y van de regreso. Un ladrillo más en el muro. 

En un breve descanso de la balacera con olor a resaca y despojo, se escuchó el grito de un hombre y con ello otro disparo. Lo que empezó a mostrarle los dientes. 

La partida rodeó el sitio hasta la mañana siguiente, cuando con precaución y más miedo que el encontrarse a oscuras, entraron a la casa y encontraron los cuerpos de dos hombres con numerosas heridas en los brazos y piernas, uno con una herida de bala en la cabeza y el otro con un agujero en la sien. 

Con su piel nasal le tocaron la solapa.

Aunque las balas disparadas por los uniformados habían penetrado puertas, ventanas y muebles que se encontraban adentro, se supuso que ambos hombres se habían suicidado, pues así lo declara el parte policíaco queriendo recobrar el rastro perdido.

Como niños sacados de un sueño.

Fue como el amor vuelto obscenidad.

Se desvanecieron. Sangre por sangre. Les dieron piso y se murieron nomás como a todos nos toca, pero antes. Los cuerpos fueron trasladados al cementerio local de San Vicente, donde se los enterró cerca de la tumba de un minero alemán llamado Gustav Zimmer, pero como NI, no identificados. 

Llegaron a su fiesta y se llevaron el pastel.

Por eso hay que diversificar para no poner todos los huevos en un mismo canasto. 

Sin duda hubo delación. 

Ellos vivían en un mundo indecente, tratando de vivir como hombres decentes.

Si bien se han realizado intentos para encontrar su tumba anónima, en particular por el antropólogo Clyde Snow y su equipo, no se han hallado restos con muestras de  ADN que se correspondan con los de parientes vivos de Butch y Longabaugh. Sin embargo existieron investigaciones, tales como la de la hermana de Parker, Lula Parker Betenson, según las cuales él regresó vivo a Estados Unidos y vivió en el anonimato durante años. En su biografía Butch Cassidy, mi hermano, Betenson cita varias situaciones en las que personas que conocían a Parker se encontraron con él con posterioridad a 1908, y ella relata además una detallada reunión familiar de Parker, su hermano Mark, su padre y ella misma en 1925, con el balance de una vieja asociación. Esa existencia intermedia entre la vida y la muerte en el rutinario rumor del silencio abstracto como todo cristo jugando capirucho.

En una noche sin luna en 1974, Red Fenwick, encargado de lavar los trapos sucios, un respetable menudo y maduro periodista del The Denver Post, le contó al escritor Iván Goldman -que entonces era un puto periodista del diario- que él conocía a la doctora de Parker. Fenwick relató que ella era una persona de integridad absoluta y que le contó que había atendido a Butch durante muchos años después de que aquel hubiera muerto en Bolivia. Existen evidencias de anécdotas y circunstanciales que indicarían que Longabaugh también regresó a los Estados Unidos y murió en 1937. No habían caído en las entrañas de la bestia pues tenían apostura.

En Annals of the Former World, John McPhee repite una historia contada al geólogo David Love (1913-2002) hacia la década de 1930 por el doctor Francis Smith, que era médico de la familia de Love. Smith relató que había visto a Cassidy, y que este le había contado a Smith que sus facciones habían sido alteradas por un cirujano en París, y que además le mostró a Smith una cicatriz de bala que Smith reconoció como una cirugía que él le había realizado a Butch algunos años antes. McPhee, p. 358. El historiador del oeste Charles Kelly terminó el capítulo ¿Está muerto Butch Cassidy? en su libro Outlaw Trail, publicado en 1938, haciendo notar que si Butch está todavía vivo, como dicen los rumores, es muy extraño que no haya regresado a Circleville, Utah, a visitar a su anciano padre, Maximillian Parker, que falleció el 28 de julio de 1938 a la edad de 94 años. Aunque se cree que Kelly entrevistó al padre de Parker, no se sabe de la existencia de testimonios escritos de dicha entrevista. Toda la correspondencia de parte de Parker y Longabaugh terminó luego del incidente de San Vicente, pues se habían enterrado muy hondo para que no los encontraran.

CONTINUARÁ...

sergiodeleonlopez