sábado, 30 de septiembre de 2023

NICCOLÓ DI BERNARDO DEL MACHIAVELLI. Capítulo II. 222

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sergiodeleonlopez 

CAPÍTULO II

NICCOLÓ DI BERNARDO DEL MACHIAVELLI 

“El fulano era apenas un parvulito de provincias con pocos libros leídos

 


Una monja fué a mear a un pantano

y un conejo que pasaba le dijo:

¡que peludo estás hermano!

De la pluma inédita del Zope

Sé que la música es el recordatorio que en el mundo hay algo más que nosotros, tal y como lo presenta August Rush. Así lo comprendí, era mi deber, lo compartí, era mi derecho, así que si tomé en cuenta que los intérpretes proclives a las tesis republicanas han pretendido,  lo supone un ejercicio de ironía que sencillamente desnudaba a la luz pública lo que eran las verdaderas prácticas del poder. Un opaco presente con un destartalado futuro. Sin embargo, sobre la oposición a la república que puede escarbarse entre líneas en El príncipe, hay que considerar que lo escribe para mostrar a Lorenzo II de Médici, -Loren para su mamá.- cómo debe desempeñarse en el ruedo si es que quiere unificar Italia y sacarla de la crisis en la que se encuentra. Niccolò di Bernardo dei Machiavelli aclara también que puede existir un hombre cuya virtud política -o sea el que sabe aprovechar los momentos de fortuna y escapar de los desfavorables, huyendo con todo lo que saqueó,- supere a la república en conjunto, aunque dicha virtud política morirá con el mortal que la posea, cosa que no ocurriría en una república medianamente organizada. Y no se les olvide que El príncipe presenta analogías con la figura romana y republicana del dictador, investido de poderes absolutos durante un breve período y teniendo que rendir cuentas posteriormente ante la república por intermedio del la CGC. En este sentido, la contradicción entre los dos textos principales de Niccolò di Bernardo dei Machiavelli no es tal. Si es así, entonces el principado y la república deberían entenderse como formas de gobierno subordinadas a la arraigada preocupación política del autor, la formación de un Estado moderno en la Italia de su tiempo. ¿Más claro? Regañan.


“Por tanto, un príncipe, viéndose obligado a sabiendas a adoptar la bestia,

tenía el deber de escoger el zorro y el león,

porque el león no se puede defender contra trampas

y el zorro no se puede defender contra los lobos.

Por lo tanto es necesario ser un zorro para  descubrir

las trampas y un león para aterrorizar a los lobos”

Niccolò di Bernardo dei Machiavelli

 

Los cagasantos todos más cabreados que un tigre al que se le retuercen los huevos, habiéndoselos hecho pasar por la piedra de amolar, el citado autor entiende que todo príncipe debe tener virtud y fortuna para subir al poder, aunque la haya conseguido con mano de mono, virtud al tomar decisiones y fortuna al tratar de conquistar un territorio y encontrarse con una situación que no fue provocada por él mismo, que lo ayuda o beneficie conquistar. Aquel príncipe que obtenga el poder mediante el crimen y el maltrato, siendo este vil y déspota, debe entender que una vez encaramado al poder tiene que cambiar esa actitud hacia el pueblo, dándole libertad, para ganarse el favor del mismo, ya que al fin y al cabo estos serán los que decidan su futuro en las próximas elecciones presidenciales convocadas por el TSE. Sostuvo que el pueblo, a diferencia de la nobleza y el clero, era la médula de las naciones, sin embargo, este mismo pueblo tuvo que "convertirse en cera en manos del político." Sin olvidar que el poder eclesiástico estaba por encima de cualquier gobernante. No obstante, las faltas cometidas por el pueblo sometido a su autoridad "son el resultado enteramente de su propia negligencia o mal ejemplo," pues según Lencho de Medici confirma, “el ejemplo del príncipe es seguido por las masas.“ Por eso se ha extendido tanto la corrupción concupiscente.



“Las tres buenas son las antes citadas, 

las tres malas son degradaciones de ellas, 

la monarquía con facilidad se convierte en tiranía, 

el régimen aristocrático en oligarquía y, el democrático en licencia”

Discursos sobre la primera de Tito Livio

Joseph Conrad afirmaba en El corazón de las tinieblas que “vivimos igual que soñamos: solos,” porque sabía que la religión y el cristianismo, combinación perfecta para ebullición y, dei Machiavelli la consideró como parte de la maquinaria estatal para mantener la justicia y honrar la virtud de sus ciudadanos, lo que parece funcionar, pues los romanos "recurrían a la religión con el fin de inspirar confianza a sus ejércitos," según en los Discursos, los principios de San Francisco, Pancho en confianza y Santo Domingo el santo del descanso de fin de semana, fueron de pobreza voluntaria y el ejemplo de la vida de Jesupisto "lograron tanta influencia con la gente, que fueron capaces de hacerles entender que era perverso incluso hablar mal de gobernantes perversos, y que era apropiado rendirles obediencia y dejar el castigo de sus errores a Dios,"​ el cual se acostó a descansar en el séptimo día y no ha despertado. Sumisión total es eso. No obstante, Niccolò di Bernardo dei Machiavelli habla con desdén y admiración en El príncipe sobre la Iglesia y el Papa, lo que ha llevado a muchos estudiosos a tomarlo como el anticristo anticristiano que pronto vendrá y que prefería las religiones civiles paganas, cuando simpáticamente todas, absolutamento todas los son pues fueron creadas por hombres y, cuya función es amedrentar, asustar, sojuzgar y hace que pagen en dinero para la remisión de pecados, pero en realidad son para mantener a esa pléyade de vagos buenos para nada. Conociéndolos, cada día me gustan más las cucarachas.


“Todos estos príncipes nuestros tienen un propósito, 

y puesto que nos es imposible conocer sus secretos, 

nos vemos obligados en parte a inferirlo de las palabras 

y los actos que cumplen, y en parte a imaginarlo”

carta a Francesco Vettori, julio de 1513

En todo caso, distintos textos del pensador arrojan luces y sombras en perspectiva como claroscuro que son, sobre la coherencia interna de su obra, así, el florentino llega a afirmar en su carta a otro florentino historiador don Francesco Guicciardini enmayo de 1521 y no sin ironía, que: 

-“Desde hace un tiempo a esta parte, yo no digo nunca lo que creo, ni creo nunca lo que digo, y si se me escapa alguna verdad de vez en cuando, la escondo entre tantas mentiras, que es difícil reconocerla.” 

Pero el hecho es que lo que propone Niccolò di Bernardo dei Machiavelli es el cuestionable relativismo moral, aunque Hannah Arendt dice que "la debilidad del argumento del  mal menor ha sido siempre que los que escogieron el mal menor olvidan muy rápido que han escogido el mal." Pero insistiendo en esas ideas relativistas Thomas Hobbes, desembucha que:        -“Mientras los hombres viven sin ser controlados por un poder común que los mantenga atemorizados a todos, están en esa condición de guerra, guerra de cada hombre contra cada hombre.” O sea que el poder político colectivo atemoriza a los hombres, keep them all in awemantenerlos a todos con miedo, y gracias a ese temor reverencial, gracias al miedo, se monta un cuerpo político capaz de frenar mediante dominio y violencia con garrote vil, es decir, mediante el mal, la guerra y el caos continuo, el que se ha vuelto perpetuo delusivo. La inclinación malvada de los hombres hace de nuevo necesaria la alianza del poder con el mal mismo para producir los resultados a la convivencia y la paz del alma de los ejecutores. Los religiosos cristianos dicen que es por el pecado. Para el liberalismo el poder es un mal necesario e indispensable, pero, por eso mismo, si se quiere disfrutar de la seguridad que produce frente a la anarquía, también hay que controlarlo, controlarlo y limitarlo, ya que sin esta contención no es útil, no produce sus funciones asignadas, que son la seguridad, la paz, el sojuzgamiento y la convivencia, el mal, pues, ya que es necesario, ha de ser domado, esgrimiendo frente a él los derechos, sometido al consentimiento de los obedientes, vuelto sensible a los intereses mediante la representación, despedazado dividiendo sus poderes y regulado sometiéndolo al imperio de la ley. No sé por qué, eso me recordó lo que decía el asesino serial pagado por los gringos, del Mico Sandoval Alarcón que decía que los liberacionistas sí creían en la democracia, pero en una democracia controlada, que para que funcione ellos debían controlarla.


"De qué están hechas las personas si no es de sus recuerdos"

Pilar Quintana. Coleccionistas de polvos raros

Cuando volar pluma no reverbereya en el azimut de Peter Sloterdijk que le ha dado mecha al excesivo desarrollo del concepto maquiaveliano de razón de estado y el enorme mal que ha hecho, en su libro Crítica de la razón cínica, pues la “falsa conciencia ilustrada” adopta una forma de actuación tal que aun sabiendo que los ideales que extendía, razón, progreso, verdad, diálogo, no son, ni han sido nunca posibles, “los intenta mantener en el orden establecido, produciendo un tipo de personas que, aunque públicamente no cuestionen dichos ideales, viven al margen de ellos y con completa libertad y superioridad”, en lo que titula cinismo.

“Tener maneras correctas es una herramienta para abrirse camino. 

Antes, hasta el más grosero y rufián trataba de adaptarse

 a las maneras y se compraba una biblioteca.

Hoy solo tenemos berlusconis que hacen alarde de su zafiedad"

Arturo Pérez-Reverte

Pasando la hoja, el segundo período de Niccolò di Bernardo dei Machiavelli se anima en el Período Libre de Florencia, desde la expulsión de Girolamo Savonarola en 1498 cuando Niccoló andaba por los 29 años, y duró hasta el regreso de los Médici, que poseían el mayor poder económico en Florencia en 1512. Después de currar cuatro años en una oficina pública como secretario, fué nombrado canciller y secretario de la Segunda Cancillería, en los asuntos de la república, habiendo quedado sus decretos, sus registros y sus despachos para guiar su pluma en sus propios escritos. Tuvo posiciones altas en lo público y político, que evitaba y aceptaba cualquier tipo de trabajo a cambio de poco sueldo. Su primera misión en 1499, para Caterina Sfoza, mi dama de Forli en El príncipe, de cuya conducta y suerte, acometió la moraleja, “es mejor ganar la confianza de la gente que confiar en la fuerza,” concepto señalado en muchas formas vital para los que quieran disfrutar el poder. En 1500 fue enviado a Francia para convencer a Luis XII de la conveniencia de continuar la guerra contra Pisa y el rey en su política con respecto a Italia, se zampó los cinco errores capitales del poder resumidos en El príncipe. La fauda de la vida pública del citado personaje de esta historia, estuvo bajo el manto de sucesos surgidos por la ambición del Papa Alejandro VI, Alejo para su mamá y, de su hijo, -menos mal tenía voto de castidad, César Borgia, Cesarín para unos y Checha para los desconocidos, el duque Valentino, ambos ocupan un gran espacio en El príncipe, “con hijos de puta repartidos por todas partes, como Dios manda,” AP-R.




"La derrota tiene una dignidad que la victoria no conoce"

Jorge Luis Borges

Como acabo de calzarme un libro sobre nuestro personaje, sé que no vacila en citar las acciones del duque en beneficio de los usurpadores que quieren quedarse con los estados que conquistan, de hecho, no encuentra mejores preceptos que enseñar los patrones de conducta de César Borgia. Checha es el héroe de El príncipe, aun así, el duque es señalado como el tipo de hombre que crece con la fortuna de otros y cae de la misma manera, quien toma el rumbo que podría esperarse de cualquier hombre prudente, excepto el curso que lo salvará, quien está preparado para todas las eventualidades, excepto para la que finalmente llega y quien, cuando sus habilidades le son insuficientes para solucionar un problema, exclama que no ha sido su culpa, sino la de una extraordinaria e imprevista fatalidad. César Borgia también era un humanista y contrató a Leonardo Da Vinci para que le pintara varias obras maestras. En diversas ocasiones, Niccolò di Bernardo dei Machiavelli


 

coincidió con Leonardo, manteniendo con él largas conversaciones, de no se sabe qué, pero de que volaron párrafo, es seguro. Cuando se puso su bluyin de madera Alejandro VI, en 1503, Niccolò di Bernardo dei Machiavelli fue enviado a observar la elección del sucesor y, ahí se dió cuenta de las maniobras evasivas de Chechita Borgia, para forzar la elección de Giuliano delle Rovere, el papa Julio II, que era uno de los cardenales que más ahuevaba al duque por su siniestro ánimo. Al comentar dice: "Que aquel que piense que los favores harán que los grandes personajes olviden ofensas pasadas se engaña a sí mismo." Se desquitaban como emprendedores de culo haciéndole chupar su cipote al ofensor. Y así, Julio II no descansó hasta ver a César en la ruina y con él cumplió su encargo en 1506, al mismo tiempo que el pontífice comenzaba su santa cruzada en contra de Bolonia, que resultó ser una más de sus exitosas aventuras de garrote por su carácter belicoso. Al Papa Julio II lo presenta con las semejanzas que hay entre la Fortuna y las mujeres porque las hacía sus monaguillas de boca dulce, epilogando que el osado y no el cauteloso, es el que conquistará a ambas y el Papucho osadamente se las cepillaba. En 1507 lo mandaron con todo y chivas a Alemania para parlamentar con el emperador Maximiliano I, Maxi en los corrillos futbolísticos, sobre las medidas expansionistas que quería y, sorprendido por la inteligencia y elocuencia de nuestro personaje, lo metió en razón de no invadir territorios italianos y menos Florencia, que era la intención que tenía el emperador. Sobre los alemanes dijo: "Los alemanes son una grandísima fuerza militar, pero tienen y tendrán una política muy débil." Y la historia medio reciente le dió la razón.



“No lo olvides, poeta.

En cualquier sitio y época

en que hagas o sufras la Historia,

siempre estará acechándote algún poema peligroso”

Heberto Padilla

Para perpetuar pensamientos Don Gonzálo Sáenz escribió que “así como los necios y los soberbios tienen un rasgo en común: nunca escuchan las opiniones de los demás,” así el emperador Maximiliano fue uno de los hombres más seductores de la época, y su carácter había sido moldeado por múltiples manos que lo sobaban por lo bajo, pero Niccolò di Bernardo dei Machiavelli hizo destapar la botella con el secreto de las constantes fallas del emperador descrito en el cuaderno como un hombre retraído, sin fuerza de carácter y sin las glándulas reproductivas necesarias para llevar a cabo sus planes o insistir en el cumplimiento de sus deseos. Otros bichos estudiados por el apuntado, fué el retrató a Fernando II de Aragón como el que conseguía grandes conquistas bajo la sotana hipócrita protectora de la religión, pero desconocía los principios de la piedad, la fe, la humanidad y la integridad, poco hubiese alcanzado Fer si alguna vez se hubiese dejado influir por los principios verdaderos que se pasó por la bisectriz de arriba para abajo. Sus demás años en el servicio público transcurrieron alrededor de los eventos surgidos a partir de la Liga Cambrai formada en 1508 entre las tres grandes potencias europeas y el papa, para darle mastuerzo a la República de Venecia. Después de la batalla de Agnadello, Venecia perdió en un día todo lo ganado en ochocientos años y se hundió en su propio albañal. A raíz de esta batalla surgió un pleito de mercado de verduras entre el Papa y Francia, que dejó a Florencia desprotegida y a merced del papucho, quien patrocinó el regreso de los Médici el primero de septiembre de 1512. La consecuente caída de la república provocó el despido de  Niccolò di Bernardo dei Machiavelli del servicio público y el fin de su carrera como oficial sin pagarle su indemnización. Al regresar los Médici, había mantenido esperanzas de retener su puesto bajo el mandato de los nuevos amos de Florencia, pero le dieron por lo bajini despidiéndolo por decreto el 7 de noviembre de 1512. Fue apresado, torturado, muerto y sepultado, bueno eso todavía no, porque tampoco resucitó. Entierro, destierro o encierro, al pertenecer a la conspiración contra los Médici, junto con su amigo Giovanni Battaini y 20 seguidores más. El nuevo pontífice León X  metió su cuchara para liberarlo y así se retiró a su propiedad a quince kilómetros de Florencia, malviviendo talando un bosque de su propiedad junto con unos obreros contratados, dedicado a la agricultura y a la ganadería. Sus amigos de la ciudad le dan la espalda baja. Son sus años de baja en el mercado de valores, en la noche leía a Dante, Petrarca y Ovidio y al dedicarse a la literatura escribió ocho libros, entre 1513 y 1525. Les dió una réplica de El príncipe a los Médici, pero se la pasaron por la bisectriz. Escribió su segunda obra más relevante, Discursos de la primera década de Tito Livio, donde muestra su visión política, describiendo como mejor forma de gobierno una república y no una monarquía absoluta, entre otras cosas más importantes. Luego pinta el Discurso sobre el Arte de la Guerra y su comedia La Mandrágora. Amnistiado en 1521, a los 52 años, fue acusado de estar involucrado en un golpe de Estado contra los Médici. Fue torturado y apresado poco tiempo y, una vez libre, recibió el encargo de liberar a unos trabajadores del gremio de la lana que habían sido secuestrados por un grupo de malhechores. Logró que los liberaran y el gremio, en agradecimiento, le dió para sus ahorros. Con parte de ese dinero compró un billete de lotería, que fue premiado con 20,000 ducados con los que pudo pagar las deudas que tenía en la tienda del pueblo. Empezó a trabajar en la academia humanista de Bernardo Rucellai, traduciendo la obra griega de Polibio de donde tomó ideas sobre el gobierno de una república. El nuevo papa Clemete VII, Chente 7 para los allegados, otro Médici, le acercó a la política de nuevo, encargándole una obra sobre la historia de Florencia por 120 florines y, fue acusado de ser partidario de los Médici, la misma familia contra la que había conspirado antes. Total nunca se queda bien con nadie, si no es Chana es Juana.


"El miedo al peligro es diez mil veces peor que el peligro mismo"

Robinson Crusoe. Daniel Defoe

Desde el escenario el profeta Arthur Fleck afirmó, “sólo espero que mi muerte tenga más sentido que mi vida,” -¿no somos un gran par?- que me doy cuenta que esto es aplicable al referido de esta carta, pues el changador decidió de puntillas con todo y bártulos abandonar el mundo conteniendo la respiración en su ciudad natal el 21 de junio de a 1527, caminando en la cuerda floja y sin red de protección, cuando decididamente se le atravesó una peritonitis muy pendeja y más aguda que una aguja capotera, más jodida que la maldición de la cabra y como bebida mala, a los 58 años de edad pasó al mundo de la oscuridad. Su piel quedó como una franela para pulir metales. Olvidado e ignorado por sus contemporáneos pichones de Hitler, su legado tuvo más éxito en siglos posteriores que en la época en la que vivió, donde la fría y poco religiosa forma de presentar el gobierno del estado causó más escándalo que la profetisa Stormy Daniels.

“Lo peor de tener una enfermedad mental es que la gente crea que no la tienes”

Arthur Fleck

 

“Esto es algo que merece ser notado e imitado por todo ciudadano que quiera aconsejar a su patria, pues en las deliberaciones en que está en juego la salvación de la patria, no se debe guardar ninguna consideración a lo justo o lo injusto, lo piadoso o lo cruel, lo laudable o lo vergonzozo, sino que, dejando de lado cualquier otro respeto, se ha de seguir aquel camino que salve la vida de la patria y mantenga su libertad”

Evitando a toda costa el comportamiento dominguero, en los Discursos, se declara partidario de la república, partiendo del supuesto de que toda comunidad tiene dos espíritus contrapuestos: el del pueblo y el de los grandes que quieren gobernar al pueblo, que están en constante conflicto. Para él, el mejor régimen es una República bien organizada, como la romana, aquella que logre dar participación a los dos partidos de la comunidad para de esta manera contener el conflicto político dentro de la esfera pública. Señala, y de aquí la calificación de bien organizada, que es primordial que en dicha república se disponga de las instituciones necesarias para canalizar el conflicto dentro de las mismas sin las cuales la república se desarmaría. Ninguna de las otras formas de gobierno, ya sean las buenas, la monarquía, la aristocracia y la democracia, o las malas, la tiranía, la oligarquía y el gobierno licencioso, logran el equilibrio de los partidos dentro del régimen, por lo que son inestables.

“Las tres buenas son las antes citadas; las tres malas son degradaciones de ellas, la monarquía con facilidad se convierte en tiranía, el régimen aristocrático en oligarquía y, el democrático en licencia”

Discursos sobre la primera década de Tito Livio

            Sujetos al vibrador universal con las catedrales afectadas de decoraciones excesivas sepultadas bajo un montón de escombros gracias a la presión del tiempo, los intérpretes proclives a las tesis republicanas han pretendido conciliar la contradicción entre los Discursos y El príncipe, considerando que este último supone un ejercicio de ironía que sencillamente desnudaba a la luz pública lo que eran las verdaderas prácticas del poder. Sobre la oposición a la república que podría inferirse en El príncipe, debe tenerse en cuenta que cuando dei Machiavelli lo escribe lo hace para mostrar a Lencho II de Medici cómo debe desempeñarse si es que quiere unificar Italia y sacarla de la crisis en la que se encuentra, aclara también que puede existir un hombre cuya virtud política, el saber aprovechar los momentos de fortuna y escapar de los desfavorables, supere a la república en conjunto, aunque dicha virtud política morirá con el mortal que la posea, cosa que no ocurriría en una república bien organizada en la utilidad marginal del tiempo. Además El príncipe desnuda analogías con la figura romana y republicana del dictador, investido de poderes absolutos durante un breve período y teniendo que rendir cuentas posteriormente ante la república. Así que la tal contradicción entre los dos textos principales de Maquiavelo no es tal por cual. Si es así, entonces el principado y la república deberían ser entendidos como formas de gobierno subordinadas a la auténtica preocupación política de Niccolò di Bernardo dei Machiavelli, la formación de un Estado moderno en la Italia de su tiempo. ¿Claro o no?

Bajo el manto del Perpetuo Socorro, con su perfeccionismo paralizante pero energizante, él entiende que todo príncipe debe tener virtud y fortuna para gozar del poder como perra, virtud al tomar decisiones oblícuas y fortuna al tratar de conquistar un territorio y encontrarse con una situación que no fue provocada por él mismo, que lo ayuda o beneficie conquistar. Con pisto caen bien las meretrices. El príncipe que obtenga el poder mediante el crimen y el maltrato ponzoñoso, siendo este vil y déspota, -pura mierda, en buen chapín,- debe entender que una vez encaramado al poder tiene que cambiar de posición hacia el pueblo, dándole libertad, para ganarse el favor del mismo, ya que al fin y al cabo estos serán los que decidan su futuro en las siguientes elecciones no tan libres. Sostuvo que el pueblo, a diferencia de la nobleza y el clero, era la médula espinal de las naciones, pero, este mismo pueblo tuvo que convertirse en cera en manos del político. O sea siempre caliente y chorreandoNo obstante, las faltas cometidas por el pueblo sometido a su autoridad "son el resultado enteramente de su propia negligencia o mal ejemplo", pues según Lencho de Medici confirma: “El ejemplo del príncipe es seguido por las masas.“ Si la cabeza toma lo que no es suyo, el resto hará los mismo y si no creen pregútenle a los actuales gobernacionistas.



“A ese maldito percance y a otras cosas aún más duras se debían sus lágrimas”

Manuel Vicent

En una larga noche sin insomnio calzándose el gorro para saltarse la ley seca, con la religión y el cristianismo en particular que calza con zapatos rudos de cemento a los opositores para sumergirlos en el mar, el maestro dei Machiavelli con olfato fino para oler cualquier pan con frijoles volteados, la consideró como parte de la maquinaria estatal para mantener la justicia y honrar la virtud de sus ciudadanos, con lo cual se equivocó pues sí sigue siendo instrumento pero de sumisión, control, adoctrinamiento miedo y estupidez sin brebajes adulterados. Los romanos con su grata "recurrían a la religión con el fin de inspirar confianza a sus ejércitos." Le temían al diablo. Sí, aquí en esta latitud se les imita y es el acabóse y por eso la corrupción crece y crece. ¿Cuándo llegaré al bohío? Según él en los Discursos, los principios -de San Francisco, Panchito para los umbros y Santo Domingo el santo del fin de semana,- de pobreza voluntaria y el ejemplo de la vida de Cristo "lograron tanta influencia con la gente, que fueron capaces de hacerles entender que era perverso incluso hablar mal de gobernantes perversos, y que era apropiado rendirles obediencia y dejar el castigo de sus errores a Dios." Miedo hasta en las cervicales pues sí, siempre aparece el Dios torturador con su mazo en la mano o con mataratas proporcionado por Lucky Luciano. No obstante, Niccolò di Bernardo dei Machiavelli expuesto a sus lúbricos deseos habla con indiferencia, desprecio y una pizca de admiración en El príncipe sobre la Iglesia y el Papa con su mandil que parece tomate deshidratado al sol, lo que ha llevado a tomarlo como anticristiano, el puro anticristo profetizado, que prefería las religiones civiles paganas que es el vicio de las clases acomodadas en los confines de su misterio sin navegar para no naufragar en el mundo de la fantasía sin una escala de valores geográficos. Aquí escuchando el arreglo de Aire de las Black Beans lanzado al aire en fragmentos, siempre asumo que todas las religiones absolutamente son paganas y herejes, todas sin excepción fueron creadas por los hombres para atemorizar, sojuzgar, controlar para que así les paguen para su redención o remisión de pecados, que por supuesto ellos califican. Pues sí. Otros autores, como Cary Nederman viendo varias doctrinas cristianas de las cuarenta y ocho mil existentes con la gracia y el libre albedrío que ni ellos entienden, que son como elementos pseudo importantes para él y que como precursor del trabajo de los analistas políticos y columnistas de ahora apunta: 

-“Todos estos príncipes nuestros tienen un propósito, y puesto que nos es imposible conocer sus secretos, nos vemos obligados en parte a inferirlo de las palabras y los actos que cumplen, y en parte a imaginarlo” anotado en la carta a Francesco Vettori en julio de 1513.

El florentino afirma no sin ironía y con simétrica monotonía, que: 

-“Desde hace un tiempo a esta parte, yo no digo nunca lo que creo, ni creo nunca lo que digo, y si se me escapa alguna verdad de vez en cuando, la escondo entre tantas mentiras, que es difícil reconocerla”

Carta al historiador florentino Francisco Guicciardini, mayo 1521

A sabiendas que moral es un arbusto de moras, el hecho es que lo que propone es el cuestionable relativismo moral. Doña Hannah Arendt escribió que "la debilidad del argumento del mal menor ha sido siempre que los que escogieron el mal menor olvidan muy rápido que han escogido el mal." Pero insistiendo en las ideas relativistas del maquiavelismoThomas Hobbes piensa que: “mientras los hombres viven sin ser controlados por un poder común que los mantenga atemorizados a todos, están en esa condición de guerra, guerra de cada hombre contra cada hombre.” ¡Ve! Que de a huevo. Con ese farullo me viene al pensamiento el libro de Efraín de los Ríos Aguirre Ombres contra Hombres. Es decir, que el poder político colectivo ahueva a los hombres, keep them all in awe, -principio Trumpista,- y gracias a ese temor reverencial, gracias al miedo, se constituye un cuerpo político capaz de frenar mediante dominio y violencia, es decir, mediante el mal, la guerra y el caos continuo, torturando las mentes de los sojuzgados. El ganado humano. La mejor justificación para reprimir a los que no se someten al adoctrinamiento pendejo. La inclinación malvada -hecha al sexto día de la creación,- de los hombres hace de nuevo necesaria la alianza del poder con el mal mismo para producir los resultados adecuados de la convivencia y la paz que a los de arriba les conviene. Para el liberalismo el poder es un mal necesario, pero, por eso mismo, si queremos disfrutar de la seguridad que produce frente a la anarquía, también hay que controlarlo y limitarlo, ya que sin esta contención no es útil, no produce sus funciones asignadas, que son la seguridad, la paz y la convivencia. El mal, pues, ya que nos es necesario, ha de ser domado, esgrimiendo frente a él nuestros derechos, sometido, al consentimiento de los obedientes, vuelto sensible a nuestros intereses, mediante la representación, despedazado, dividiendo sus poderes y regulado, sometiéndolo al imperio de la ley a puro garrote vil. Bueno, ya es hora.

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LA PECACIÓN

Ohhh gusano de iniquidad

que sales del lodo cenagoso,

y no es que te sientas cochambroso

por ser el trapo de inmundicia de la vecindad.

Porque en ti nada desperdicia

sino aprovecha la franquicia

de lo mismo que culpáis,

mientras te sentáis tu mente no capáis.

 

¡Oh! hombre incompleto

que dormís solo,

aunque a tu lado esté la Tiznada

no te sirve de nada

pues no te da sustento.

 

Pa´ luego es tarde,

no seas pendejo.

Para eso tenés manos de cadejo

usálas que te arde.


De la pluma inédita del Zope

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