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sergiodeleonlopez
NICCOLÓ DI BERNARDO DEL MACHIAVELLI
“El fulano era apenas un parvulito de provincias con pocos libros leídos”
“El que desea ser obedecido debe saber cómo mandar”
Ser maquiavélico, es ser un seguidor de los principios de Niccolò di Bernardo dei Machiavelli, o bien "astuto y engañoso”según el diccionario de la Real Academia de la Lengua.
“No sé si lo consiguiré.
Pero el mero hecho de intentarlo supongo que justifica el vivir”
Arturo Pérez-Reverte
CAPÍTULO I
-Rocinante amigo, me pareció, y eso sólo a mí, que la mejor manera de entrarle a este cachudo tema era haciéndote llegar esta carta por correo aéreo, para que por fin te enteres de este singular amigo de banca y por qué se le menciona tanto en las redes sociales, así que después de mi corto saludo, le entro al asunto, pero si no te quieres avergonzar sólo da la vuelta hasta el principio.
Con pocas líneas que dicen poco y sugieren mucho en un animus curiae con patética rebarbaramba, hoy que anda de moda el asunto, les escribo con el mejor guión escrito que me es imposible así como exactamente lo imaginé -what about you?- mientras me despertaba recién pues no me cabe la menor duda como cuando acabo de comer, que “la habilidad y la constancia son las armas de la debilidad” como es este mundo con el manto de la bruma en un silencio ensordecedor de claroscuro, como “nada grandioso fue jamás conseguido sin peligro” hay que suspender la incredulidad lacónicamente hablando, para hacernos a la idea de que podemos venir de amores antiguos, de amores perdidos, de exención, de hechos históricos heróicos borrosos en la neblina de la madrugada que estuvieron aun con paneo fuera de plano, echando una partida extemporánea de conquián o viendo medir el jornal del curro en una balanza cargada o gastados en un lupanar de mala suerte, mientras una muchedumbre marera amenazaba con echar abajo las puertas o, quién sabe, tal vez tomando parte activa en la posteridad, ya sea mezclando la mezcla con la que levantaban el muro de la catedral de la Antigua Guatemala, o juntando las letras del manifiesto comunista a escondidas, porque pasquines van por los aires, como hacen los movedores del suelo de tapete en las redes sociales. En su atormentada conciencia particular maquiavélico es sinónimo de argucia, deslealtad, cinismo, conseguir algo con engaño trampa y maldad, pérfido, maquinador, perverso, taimado, malintencionado, solapado, corrupto, gobernante, político y tantas otras infamias consustanciales a la política que, ya desde lo antiguo, los que han hecho de ella la profesión más despreciable y sucia que puede ejercer el ser humano dicen que, como ciencia, es uno de tantos inventos del insulso Niccolò di Bernardo dei Machiavelli mal traducido como Maquiavelo, -aunque esa sea la tendencia,- pero los antropónimos propios no se traducen porque pierden su identidad, aunque se laman su propio ciruelo, no obstante que estén más arreglados que una doméstica en domingo, porque sus reacciones no obedecen a las leyes del tiempo inusitado. Esa condenada ciencia atribuída al personaje en cuestión no es precisamente exacta, ni mucho menos, margina a quienes sufren a los políticos de mierda como dictadura narcoreligiosa. Nada tiene que ver el optimismo de los tiempos nuevos y de promesas con el escepticismo de los días de evaluar los resultados de lo prometido en las recientes elecciones presidenciales. Utopista para unos, aziguambados para otros y, no son menos los que hubieran deseado que Borges incluyese a dei Machiavelli en La historia universal de la infamia en 1935 y, hubiera ido bien como apertura a los cuentos allí reunidos, justo antes del titulado El atroz redentor Lazarus Morell, porque ya nadie es civilizado. Pero ya dejando pa´después la controversia que desde antes de su publicación ya suscitaba El príncipe, dei Machiavelli, que si lo podía soñar bajo la almohada lo podía escribir con su mirada triste de adolescente improvisado que se creía transparente, pero fué conciso y claro el detalle que le hizo aumentar mucho la clientela:
-“La política consiste en la toma del poder, que una vez conseguido hay que conservar y acrecentar como sea.” Al menos ese es el plan. Todo un pifostio hereje.
"En teoría, la nueva Florencia era una república democrática,
pero aquella Florencia sin los Medici era una teocracia"
La vidente María Zambrano usando cronobiología métrica me susurró en la oreja “siempre prefiero una libertad peligrosa que una servidumbre tranquila,” aunque sé que se te oscurece el pelo Medusa, en el eterno combate de la vida porque soy un guerrero olvidado en un lugar donde ya no se combate desde hace mucho, pero ebrio de chupar conocimiento está dado que “es mejor actuar y arrepentirse que no actuar y arrepentirse”, tomando en cuenta por los pelos que en la Florencia un tres de mayo de 1469 fué de donde salió de la bolsa materna –que por cierto cuando estaba preñada parecía una aceituna con un palillo atravesado,- quien sería exponente de una era en una próspera e inevitable república, porque no tenía la culpa de quererla tanto. Fué pétalo de una antigua familia toscana Niccolò di Bernardo dei Machiavelli -que ni él mismo sabía en qué árbol ahorcarse,- levantó vuelo el incoloro con todo y bártulos y telenques en la ciudad del zafio Lorenzo de Medici, mecenas, poeta, estadista huevudo, el más inteligente de los cinco hermanos -que eran algo pendejos, pero con pisto,- Lorenzo el Magnífico, Lencho para sus contemporáneos y los cuates más cercanos en el más claro de los cantos femeninos. Entre los primeros documentos autógrafos del futuro tata de la ciencia política estatista despuntan dos cartas reclamando un patronato, peromás interés despiertan del sabio los comentarios a un par de sermones de Savonarola, el dominico que fuera confesor de Lencho de Medici, cuando muerto el Magnífico, el fraile comenzó a denunciar la ruina que había llevado a Florencia el gobierno de su sucesor, Piero de Medici, en el escalofrío del vivir inseguro visto a la Memoria de Elizabeth Reed. Traición a la causa común. Como ya robaron ya se van. Muerto el boyo el vivo al hoyo, o algo así, creo, porque cuando dos mujeres empiezan a intimar se convierten en enemigas íntimas.
Hacer que el pez muerda el anzuelo es lo fácil,
lo difícil es convencerlo que viva fuera del agua
¿A qué santo encomendarme? No lo sé, ni mucho menos si vale la pena, pues soñando pesadillas -después de raspar el último pedacito de queso que quedaba en la refri,- como las de Juana de Arco que regresarán a donde corresponde el día del juicio final, los chismes de puerta cerrada dicen que la Florencia de Girolamo Savonarola con el sexo erguido, quien bajo temibles órdenes de muerte mandaba a hacer la quema de las obras de Boccaccio por considerarlas licenciosas, cochambrosas y malas para el espíritu contrito y humillado el ánimo y, creía que todos los florentinos eran sodomitas, -porque a él le sonaban la flauta y trataba de ocultar con paños tibios su concupiscencia, porque como las gallinas tenía shuquillo en el culillo,- pero da un segundo aire en la vida del autor de El príncipe. Cosas imprevistas pero no imprevisibles. Así las cosas dan espacio para que se pueda creer que los sermones de aquel fanático -aunque religioso, tan vehemente como sólo acostumbran a serlo los políticos más entregados a su respectiva causa personal que es su bolsillo- tuvo algo que ver con el pensamiento de Niccolò di Bernardo dei Machiavellii, con patética rebarbaramba como buen iracundo insobornable. Pero parece ser que no, que los comentarios a los sermones de aquel insaciable reformador galán -dominico como los inquisidores,- le hicieron dudar de la opulencia de las cortes italianas y de la relajación esfintérica de las costumbres bajo las sotanas entre las jerarquías eclesiásticas, pero no tuvieron mayor transcendencia en la obra por asomarse, no así en el gobierno de Florencia que tras la marcha de Piero de Medici, en la Florencia invadida por Carlos III de Francia, admisible e incomprensible, el dominico se convirtió, de hecho, en el líder de la ciudad, pues bien decía Sherlock Holmes, “un tonto encuentra siempre otro más tonto que lo admira.” Y no hace falta ser astronauta para darse cuenta.
“Hay que hacerlo con aire absorto, pasando la yema de los dedos por las paredes”
Sentencia seria de la Tauriacuri que apunta que “entre más poblado esté el mundo, más solo estará el hombre,” pues tal como se anota en el Libro de las Vidas, “que mi changa sea de mi monte sin que se me resbale,” dado que en mi cuaderno de apuntes de sexto primaria, -en clases de una mujer valiente que enfrentó con otras maestras al gobierno del asesino Jorge Ubico, doña Marta Delfina Vásquez,- en teoría, la nueva Florencia era una majadera república democrática, un tedioso paraíso para pensar como filósofo antiguo. Pero esa Florencia sin los Medici mudos como merluza, era una teocracia como una coneja estéril, cuya constitución declaraba rey a Cristo en una perversa estrategia narrativa como burla del destino, pues en su nombre hasta la gallina baila tal y como está escrito en la seguna ley de la termodinámica sin entrar, sin crear un atractivo de piel entre ellos y los peces picando. Y eso salió más caro que una obra de Boticelli. No es de soplar al vacío que para esos que sólo atienden al escepticismo, que inexorablemente sucede a los optimismos para el futuro de las promesas de los gobernantes, para que la política y religión sean dos formas de la misma fosa común, que es casí igual a que no es lo mismo un seguro de desempleo que un desempleo seguro. Más difícil que el juego de Ender. He´s such a player.
"Pese a que el Renacimiento estimaba por encima de los demás
a los hombres de altura moral,
el de Niccolò di Bernardo dei Machiavelli fué un tiempo
de corrupciones y envenenamientos hasta el cogote"
En un epílogo transformado en sainete talvez no sea cierto así como en la espeleogénesis, que si bien se sabe que la comunicación es la reina de la fiesta y que si se pueden que se la atranquen, pero como dice el proverbio bíblico, la dicha tarda pero alcanza, así que “lamento comunicarte que la suerte te ha sido adversa razonable Savonarola que te habías vuelto cargoso para unos cuantos y, tu insomnio te había durado once horas de sueño,” pero subió, y no por voluntad propia al degolladero un tal 23 de mayo de 1498 y, casi cargado por el decapitador porque se le doblaban las rodillas y habían tenido que ponerle un amarrado por el derramamiento de fluidos líquidos que dejaron un caminito. Una verdadera bestia. Lo mandó a ese bello lugar recreativo Alejandro VI, el gran papa Borgia, con odio de gladiador romano con placeres inútiles, el gran hijo de la gran puta que se ayuntaba con su hermana conocida en los lupanares como la gloriosa Lucky, según el diario de a bordo y la nave haciendo aguas y la Torre de Pisa sin moverse de su lugar. Un sentido de justicia lleno de odio como el comunismo de Trump en un mundo con color insulzo. Pues sí, Dios piensa que no se puede contentar a todo el mundo, siendo que árbol que crece torcido aunque lo entierren parado, ese mismo año, el futuro padre putativo de la ciencia política se convertió en un burócrata de la república, como todo animal activo, con horario y salario. Su primer cargo fué secretario de la segunda cancillería y también fué más que suficiente para estar metido en todos los asuntos de estado y el ganado, todo un mundo mal organizado. Ignoro la causa pero es así. Esos fueron los años de aprendizaje para la nueva ciencia y su modelo de imitación para El príncipe fué el atípico César Borgia. Era todo un maldito genio. Al principio todo era caos y oscuridad el mundo estaba en tinieblas, pero su primer escrito, Discurso sobre la corte de Pisa, emergiendo con la benevolencia y complicidad de los lectores, fechado en 1499 dió luz como un vestido apócrifo y, a partir de 1502 empezó a dar la cara y hacerse notar con sus opiniones políticas, expresadas en obras como Del modo di trattare i popoli della Valdichiana ribellati o Del modo tenuto dal duca Valentino nell’ ammazzare Vitellozzo Vitelli, Oliverotto da Fermo, y otros que no me acuerdo y hasta librando batallas en otros frentes, como los policías que siempre encuentran la forma de joderte. I agree.
“Nunca intentes ganar por la fuerza lo que se puede ganar mediante el engaño”
Niccolò di Bernardo dei Machiavelli
Incapaz de plegarme a a las divinas reglas de la elemental proporción sin complejo de culpabilidad, en 1503, en día del año nuevo que ya estaba viejo y, en el que por la voluntad del Altísimo como cantor de tangos fué envenenado con raíz de loroco Alejandro VI y su hijo César, Chechita con muestras de cariño al patojo, amándose como Caín amaba a Abel, pues la carne tiene otras necesidades y exigencias y, sin el amparo de su progenitor perdió la gracia en el campo. Nunca ví ojos semejantes en el Dicasterio. Niccolò di Bernardo dei Machiavelli, con miedo ancestral al escandalo y queriendo cambiar el color del aire, viendo al enemigo cara a cara, da a conocer algunas de las primeras conclusiones de su pensamiento y, diez años para que le entre a El príncipe. Siendo benévolo, no se ganaría los garbanzos. Pese a que el Renacimiento estimaba por encima de los demás a los hombres de altura moral, que ni en el Vaticano saben qué es eso, el de Niccolò di Bernardo dei Machiavelli fué un tiempo de corrupciones y envenenamientos hasta los poros de los sobacos como la Ley del Patriota. Lo de las corrupciones, como la experiencia demuestra, al igual que la deslealtad, el cinismo, la corrupción, la prostitución, la drogadicción y la mentira, es algo consustancial a toda la política, pues así lo ha demostrado la profetisa Stormy Daniels con castigos indubitables condenados a la misma hoguera consciente e insomne. Otra yegua lista para parir. Así se escribe la historia pues asigún denotó Mae West, “cuando soy buena, soy buena. Pero cuando soy mala, soy mejor.” Cero tolerancia.
“El sabio puede cambiar de opinión. El necio, nunca”
Immanuel Kant
Y no es que esté llorando sino que me están sudando los ojos pues la luna me sorprendió a media cama, si se asume que la quinta dimensión es el remordimiento con ataque continuo de un perro callejero a un individuo que transita libremente por las calles, pues estaremos de acuerdo que un 21 de junio, el de 1527, hace 496 años, una peritonitis eleva a la gloria a alguien, a uno de los grandes hombres del Renacimiento y en la construcción del tiempo, que se pudran las piedras. Dos siglos después de su óbito el recuerdo de la teoría por la que pasará a la historia Niccolò di Bernardo dei Machiavelli dará lugar a una voz, el maquiavelismo. Eso será cuando El príncipe, con citas pedantes y jactanciosas, el tratado en el que el italiano desarrolla su razonamiento de verduguillo, y ve la luz póstumamente, un lustre después de la trascendencia espiritual de su autor, en la Roma de 1533, con permiso del pedorriente papa Clemente VII, Clemen para los súbditos y San Pedro. Toda una máquina bien engrasada con olor a petróleo y oxicodona. Cuando ya estaba a punto de bolita para traspasar el ponto, tuvo un sueño de esos que algunos pocos llaman proféticos, viendo desfilar antes sus ojos de sueño a un chumul de harapientos con la mirada perdida hacia el horizonte y con la boca cerrada y les preguntó quienes eran y, una voz respondiéndole con eco de sinfonía oscura y energía inutilmente derrochada, -que me suenan a las fumadas de Juana de Arco, Juanita para sus seguidores, dijo:
-Bienaventurados los pobres de espíritu por que ellos verán a Dios, pero ni en el purgatorio pues siempre se llega si se quiere llegar, como Silverio Pérez lidiando a Malagueño.
Tras ellos vio desfilar en agradable conversación a Platón, Aristóteles y Tácito como buen preguntón que no se queda con dudas inquirió sobre a dónde iban y la misma voz de antes les dijo:
-Al hermoso infierno variopinto. Pero no sabía que al diablo no le gustan los chistes, pues si se entran de su verdadero nombre pierde poder, aunque todos saben que es Asmodeo.
Cuando despertó, le contó a un su amigo Piero de la Quanta que le velaba el sueño:
-Con franqueza, prefiero ir al infierno a discutir de política y filosofía con los sabios que pasarme la eternidad incomensurablerodeado de pobres de espíritu aunque sea en presencia de Dios en la paresía, porque él mismo había dicho sin temor prematuro:
-Si vuelven a tocar la puerta a las seis de la mañana, les juro que Jehová se va a quedar sin Testigos. El más legítimo desastre se avecinaba como una tormenta belicosa.
Y tal como está establecido en los callejones sin salida, el mechacorta de Clint Eastwood farbullaba en Gran Torino, “¿Te has dado cuenta que, de vez en cuando, te puedes encontrar con alguien con quien no deberías meterte? Ese soy yo.” Así que mantengan el menú frío.
“Advierte, Sancho -dijo don Quijote-,
que el amor ni mira respetos ni guarda términos de razón en sus discursos”
Don Quijote de la Mancha, Miguel de Cervantes
Anyway, siempre hay un atormentado bajo las ramas del aguacatal, dado que aunque no lo haya dicho nunca, sino que se lo cargaron a su cuenta con artes de lavandera y se volvió costumbre aparejarle cosas como la que se le atribuye en la frase con eunoia, “el fin justifica los medios,” que bien podría ser, que en el fin se justifican los medios, pero los de información torciendo las tendencias y, formado como manteca al sol, dado que parece resumir las ideas entrelíneas en el El Príncipe, que anota “sólo el resultado justifica la acción.” Lo que no es lo mismo, pero la prensa de color amarillo así lo entendió en el betamel. Pues aunque se parezcan no es lo mismo pecho, chiche o teta. Acuñó el concepto de la Razón de Estado -que el Cristino con su pellejo claro, aquí se lo fusiló para su programa de tevé,- cimiento fundido en concreto armado en política. Niccolò di Bernardo dei Machiavelli con una imaginación no desprovista de alimento, lo expone en sus Discursos Tito Livio, “que la patria se debe defender siempre con ignominia o con gloria, y de cualquier manera estará defendida. Esto es algo que merece ser notado e imitado por todo ciudadano que quiera aconsejar a su patria, pues en las deliberaciones en que está en juego la salvación de la patria, no se debe guardar ninguna consideración a lo justo o lo injusto, lo piadoso o lo cruel, lo laudable o lo vergonzoso, sino que, dejando de lado cualquier otro respeto, se ha de seguir aquel camino que salve la vida de la patria y mantenga su libertad.” Va´pué. Por eso la Francisquita del Arrabal les cantó, están oyendo inútiles.
"Enfermo, cansado, el pobre emperata estaba hasta los mismísimos cojones de Europa, de Francia, de los turcos, del papa y de la madre que los parió. Así que, harto de tanta lucha y fatiga, los mandó a todos a hacer puñetas"
Arturo Pérez-Reverte. Una historia de Europa LIX
Bien lo decía James Fallon, con su vida insípida, "los psicópatas son extremadamente fríos en situaciones de estrés, son impulsivos y no conocen la culpa," pues el genio de este asunto fué etiquetado en las redes sociales de ese entonces y amarrado con grandilocuencia, como el teórico político más notable del Renacimiento, pues hizo la ruta anticipada a la modernidad en su concepción política y a la reestructuración social con visual experiencia viceral en su laberinto cerebral. Anotó sin que le temblara el pulso, que:
-"Si una persona desea fundar un estado y crear sus leyes, debe comenzar por asumir que todos los hombres son perversos y que están preparados para mostrar su naturaleza, siempre y cuando encuentren la ocasión para ello." A la imagen conforme la semejanza de alguien que todos conocen y citan a diario. Para las víctimas de la delincuencia, la libertad significa poder salir de casa y regresar con vida, que para los empleados y los empleadores se traduce en suprimir impuestos que los ahorcan y recuperar poder adquisitivo. Para otros significa la posibilidad de comprar dólares y defenderse de la inflación y, para adolescentes que dicen no entrarle a la política aunque no saben que todos lo hacen, -pues la política es la libre puesta en juego de los mecanismos de poder,- implica rebelarse contra las reglas que les imponen la realidad adulta o el absurdo fanatismo de lo políticamente correcto. Pues por tanto Voltaire como gato en el tejado tiene razón cuando sentencia que, “es difícil liberar a los necios de las cadenas que veneran.” “Porque cuando pasa el tiempo no es que adquiere experiencia valorada, sino que simplemente se desactualiza. Por lo tanto, hay que regresar continuamente a la adolescencia, haciendo un bailecito por TikTok, buscando likes.” Jorge Fernández Díaz, XL Semanal.
"Dado que mi intención es decir algo que resulte de utilidad
práctica para el investigador, he considerado apropiado representar
las cosas como son de verdad en la realidad,
en lugar de como son imaginadas"
Niccolò di Bernardo dei Machiavelli
Lo más importante de Edipo rey, lo más instintivo, era matar a sus padres, el resto vino por añadidura, no por amor a su madre pues se la entregaron por el azar de una victoria y, no lo que te enseñaron en la escuela, pues como lo que perdura es lo más transitorio, pues sí, don George Orwell tiene razón al concluir que “la libertad también es el derecho de decirle a la gente lo que no quiere oír.” Los pensantes hallan una aporía o sea una paradoja o dificultad lógica insuperable, en el pensamiento maquiabélico -la b es para que les suba la presión arterial,- como consecuencia de la rara reconciliación de sus dos obras principales, los Discursos sobre la primera de Tito Livio y el Príncipe. Así que era más patriota que la patria misma, según parece. En los Discursos, es partidario de la república, pues toda comunidad tiene dos espíritus contrapuestos, el del pueblo y el de los grandes o sea los mismos que siempre quieren gobernar a ese pueblo aunque tengan que darle paño para domarlo, que es lo mismo que ponerle parches a los lados de los ojos para que sólo mire en una dirección, que por supuesto es la que ellos quieren que mire y, que estarán en eterno conflicto ad infinitum. Todo aquel soberbio que voltée para otro lado debe de ser dado de baja. Para su pensamiento de él -para su bien o para su mal,- el mejor régimen es una República bien organizada, la que logre dar participación a los dos partidos de la comunidad –aunque aquí son treintaydos,- para así contener el conflicto político dentro de la esfera pública o para que se den veneno entre ellos. Apunta, y de aquí la calificación de bien organizada, que es primordial que en dicha república se disponga de las instituciones necesarias para canalizar el conflicto interno dentro de las mismas sin las cuales la república se desarmaría como rompecabezas. Ninguna de las otras formas de gobierno, ya sean las buenas, la monarquía, la aristocracia y la demonocracia o las malas, la tiranía, la oligarquía y el gobierno licencioso, -que es lo que a nosotros nos abunda por aquí,- logran el equilibrio de los partidos dentro del régimen, por lo que son inestables. Las otras también, pero un poco menos al parecer así que sírvete pan y moja como “el que se ha quedado con hambre tras zamparse un bocadillo de jamón.”
"Hay cosas encerradas dentro de los muros que,
si salieran de pronto a la calle y gritaran, llenarían el mundo"
Federico García Lorca
Leí esto en la puerta de los baños de la “U”, “los cementerios están llenos de hombres imprescindibles,” aunque el mundo siga igual sin ellos, por eso puedo hablar con los muertos, pero penetrando en los meandros, está científicamente comprobado que en los que saben nadar prevalece el instinto de conservación y vuelven a la orilla, los otros … no, que es como un ataque al hígado, pues según sé al atardecer del siglo, un 9 de diciembre de 1509, Niccolò di Bernardo dei Machiavelli, como filósofo curtido de maldiciones haciendo equilibrios sobre una cornisa viendo desfilar a todos los especímenes de la fauna humana y, pontificando con reproches filiales pues pensar en silencio le producía hipo, encerrado con su sombra en la voluptuosidad desenfrenada de sus placeres solitarios, le escribió con tendencias anormales una carta cochambrosa a su amigo, el político Luigi Guicciardini, que era un harapo henchido de dinero desprendiendo miasmas y que hacía sexo débil con jineteras con sueños lúbricos, todo un erómano y, que se hacía trampas hasta cuando jugaba solitario, pues era como una caja registradradora del pasado peor que la batalla del Frígido y, menos alimentado que un caracol en la vela de un barco, teniendo nietos sin haber tenido hijos y,que según lo publicado en el Corriere della Sera, fué filtrado por un obispo desconocido a ese medio de información masiva internacional y, la misma suele decir así para su exhibición:
-“Que diablos, -en realidad puso qué putas, pero no lo debo escribir para que no se ofendan,- Luigi, puedes ver lo que la fortuna puede hacerle a los hombres, pues bien sé que acabas de copular con tu mujer y también lo hice, cuando en realidad quieres a otra. Lo sé porque te conozco. He estado en Módena durante varios días y me crucé con una anciana que lava mis camisas, así que me pidió que fuera a su casa porque deseaba mostrarme sus camisas de calidad con el viento seco de la madrugada que me cegó y nubló mi entendimiento. Como capullo inocente que soy, entré y había una mujer en la esquina.
-"Esta es la camisa que quería venderte", me dijo la vieja. Estaba aterrorizado temblándome las rodillas, pero como la carne es débil y necesita refugio, no me quedó más y el miembro sudando hizo lo que tenía que hacer. Encontré sus muslos fofos y su cueva de pelaje ensortijado, húmeda. Su aliento apestaba a animal muerto. Pero yo estaba vibrando de caliente por estar solo. Cuando terminé la faena sudando tomé una antorcha y la miré, pero casi caigo muerto. La mujer era fea. Tenía un solo mechón de pelo en su cabeza y era calva. Su frente estaba llena de cicatrices. Un ojo miraba hacia arriba, el otro hacia abajo y estaban llenos de moco, y no tenía cejas. Su nariz estaba torcida de forma rara. Su boca se parecía a la de Lorenzo de Medici pero estaba doblada a un lado. No tenía dientes y le caía saliva de su boca. Su labio superior tenía bigote. La miré estupefacto.
-"¿Qué le pasa señor?", preguntó.
Tan pronto como abrió su boca, salió tal hedor que mis ojos y mi nariz fueron asaltados y mi estómago indignado. No podían soportarlo y le vomité encima. Fué un aventura con la que no contaba, pero ya está hecho. Y a lo hecho, pecho farbullando de arrepentimiento.
Como siempre tuyo, Niccoló.”
Así sus negras ideas se han desteñido un poco por el paso del sol, según he visto y eso que todavía no se ha inventado el abrelatas perfecto.
CONTINUARÁ...
AumRak Sapper
ResponderBorrarEstá re bueno
Gracias por hacerlo
BorrarAumRak Sapperr
BorrarA ti gracias por escribirlo, informarte y compartirlo!
No necesariamente en el mismo orden jaja
AumRak Sapper
ResponderBorrarSiempre me agradan. Al rato lo compilas todo en libros
Siempre pensando en la conciencia y sabiduría que lo compartes.
Aymara de León
ResponderBorrar¡Bravo!
De nuevo té la comiste Sergio: mucho conocimiento, mucha investigación, mucho ingenio y, sobretodo, una ironía franca y despiadada. Felicitaciones!
ResponderBorrarAymara de Leon
ResponderBorrarExcelente e interesante l!