PERSONAJES RIALES QUE NO SABÍAS QUE EXISTIERON EN LA EXISTENCIA EXISTENCIALISTA
LA TASHIRA:
Doña
Serveliana Mancúz, de hay por oriente, asigún deciya era pura sangre, potranca
hembra española de Alicante, que cuando le era presentada alguna persona le
decía:
“con mucho respeto, cariño y admiración pa´usté”.
Así sus abuelos
emigraron hay por Chiquimula, a la aldea Pata Galana del municipio de Río Hondo, Zacapa en las faldas de la sierra
de Las Minas, al norte del río Motagua, que por un camino de herradura al
suroeste a 300 mts se cruza a la aldea El Petón, en el entronque con la
carretera Interoceánica CA-9, que 9 1/2 km al SO lleva a la aldea a 190 mts.
SNM.
Considerada tierra de héroes, porque se necesitan muchos huevos pa´ vivir
allí, porque no hay ni zopes, ya que no hay ni mierda. Contaba en ese entonces
poray de los años 60´s con 11 habitantes, 6 machos y 5 potrancas en 2
viviendas, que en 1967 crecieron a 15, por la falta de TV, asigún las
investigaciones mesoamericanas de la Oficina de Estadística.
Allí
la familia de don Acisclo Mancúz Saavedra instaló un lugar de
“entretinimiento” (donde entran y no mienten), con billares, guaro y cervatanas, que llevaban desde Río
Hondo a puro lomo de mula (conste que no se está hablando de militares). Y
asigún fue creciendo se fue mejorando, se le puso torta de cemento al piso, y
se construyeron paredes de bahareque poshoroco, sobre todo en el excusado que
se hizo en el patio, cerca de la milpa, pues don Acisclo gran conocedor del
medio ambiente decíya que era pa que le sirviera de abono y ya no había que ir al monte o la misma
milpa, con shilotes pa´limpiarse el trasero, pues ya se usaban hojas de Prensa
Libre, porque el “periodismo democrático” es para compartirlo hasta por el
culo. Eso calmaba las necesidades de descomer y destomar.
El lugar se fue
engalanando con macetas de cactus, pues poray sólo eso se da, y se compraron un
radiote de tubos Grundig con onda corta pa´ las músicas y los bendecidos
mensajes desde Radio Habana, Radio Rebelde y la Voz de la OEA, en donde era muy
requerido por los bebensales La Calbagata Deportiva Gillete, y la TGN, con las
predicaciones del hermano Jeremías Pirir.
Cariñosamene
la Serve, fue creciendo, desenrrollando y echando cuerpo, y con ello por el
calentamiento global de los bebensales que llegaban de lejos, empezó el acoso
séptico, pues además por las condiciones climatéricas usaba falditas al mushush
y no podía usar brasseire porque le quemaban sus pachitas.
El día menos
pensado, empezó a ir al fondo de la milpa, bajo un palo viejo, donde por Q1.25
les quitaba el calentamiento glogal a los clientes más asiduos, con la ayuda de
la Manuela Palma Salibares, pues quería conservarse virgencita y martir hasta
los santos deposorios. Pero un día de verano, con el correr de los años y sus pantalones largos le llegó la adolescencia, y fue a la sombra de su árbol una fiesta
en el verano donde perdió la inocencia. Cuando
la Luna tenía que obrar en ella, no le bajó nada, por lo que estuvo brincado a
cada rato, pero no bajaba nada y ya le dolían las patas.
Pasados
3 meses, empezó a crecer la panzita, y ella le requirió al Apoloño que se
hiciera cargo de la encomienta, a lo cual se negó rotundamente, aduciendo que
muchos machos habían montado esa potranca, y ciertamente la iba a seguir
usando, pero sin casarse, porque había orado: "Señor, hazme casto, pero no
ahora”. Y fue tal la discusión que la Serve se sacó del bloomer su tasifiro,
que usaba pa´ defenderse de los abusadores que no se conformaban sólo con
mallugar y no compraban nada, y en un movimiento supino lo apoyo arriba de la
nalga derecha del Bartolo, con tan mala suerte que brincó del puyoncito y machucó
una piedra resbaladiza y se jué
pa´ tras y el tasifiro le entró hasta el lado opuesto, causando hemorragias
internas, y como dijo mi amigo Mario Rashón: “allí lo quedó”.
Don
Asisclo le dio pisto y le dijo que se fuera a la Chingada, porque lo que había
hecho estaba cabrón. Así corrió por los montarrales hasta llegar a la carretera
y de jalón en jalón, la fue a tener a Sololá, en donde preguntó que cuál era el
lugar más seguro, y así trepó a la cumbre del Kis Kap y se avecindó en el
Caserío Parromero, donde abrió su primer negocito. Con tanta agitación y culpa
entrañable, pues le dolían las entrañas, perdió al muchichit.
Así decidió
mantenerse soltera, y adoptó el nombre kakchikel de “Tashira” que quiere decir
tasifiro o cuchillo de doble filo delgado como destornillador. También decidió
que sólo se iba a dejar tashtulear por los agentes viajeros que empezaron a
llevar abastecimientos pa´ su tienda bar, nombrada “Abarajame la Bañera”, y aun
con sus 68 años en el frío lugar, seguía atendiendo cariñosamente, con respeto,
cariño y admiración a los desamparados agentes viajeros de las carreteras
lejanas, hasta que la muerte la separe al otro potrero.
¿Cómo la ves poray disdiay?
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