SEGUNDA PARTE
KASSANDRA
Y SU SÍNDROME DE FERIAFOBIA
Cuando se hace un pacto con el diablo, siempre regresa a cobrarlo
Si te crees rana, saltá, alumno de todo, maestro de nada
“La libertad, Sancho es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos”
Alonso Quijano
Lo explicado no es inadvertido
Lo que me quema el fusible es que los teóricos del poder han descrito por décadas e incluso por siglos las dinámicas de la biopolítica. La obra Leviatán de Hobbes tiene 372 años desde su publicación, el concepto de biopolítica fue desarrollado por Michel Foucault desde 1976. Agamben desde 1995 advierte sobre el ejercicio del poder y la capacidad del estado de exponer a los ciudadanos a la muerte y la suspensión de reglas. Achille Mbembe ha dado cuenta de la necropolítica, una nueva forma de violencia del capitalismo contemporáneo que brutaliza los cuerpos a su favor, lo juro por las tripas de Judas. Como seguía afirmando Alfonso Quijano “el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres.”
“Parece el sueño húmedo de cualquier régimen autoritario”
Žižek
Casandra la incomprensible narcisista
Yo pensando en mi ánima, como Fausto que ha estudiado todo y no le convence nada, así, como Lotario le dijo a Anselmo, “el que busca lo imposible, es justo que lo posible se le niegue,” pues mientras que veo en las profecías ignoradas de Casandra, sin ser jurisperito, tragando pasillo, sus vaticinios se exclaman desde lo alto de una Torre de Marfil, a través de revistas académicas en lenguaje inaccesible y elitista. Los académicos que lamentan que la humanidad no hace caso de lo que advierten, deben reconocer que la alerta se hace en un lenguaje desde las alturas de una Torre que sólo algunos comprenden, parece que la labor de los doctos es la descripción fenoménica a través de una terminología elocuente incomprensible para el vulgo. ¿A quién le escribe el académico? Fuera de los ideales románticos de ser los ojos de un rebaño desconcertado, como diría Chomsky, en realidad, la Torre de Marfil no se mancha las túnicas, se encuentra dislocada de la sociedad a la que supuestamente sirve. Su público no es la sociedad, sino sus colegas y pares con intención de presumir, no de servir. Y así nos va. ¿De qué sirven las advertencias desde la Torre de Marfil? ¿Los científicos, teóricos e intelectuales pueden hacer algo fuera de publicar? ¿De qué sirven los textos si no pueden evitar el advenimiento de catástrofes y el despliegue del biopoder como fuerza bruta? Es tiempo de que las túnicas blancas dejen de enarbolar su conocimiento como ornato. Se tiene una obligación y una responsabilidad con la sociedad, por el privilegio que implica pertenecer a ella. Las propuestas no deben ser devaneo intelectual dirigido a los pares. De ahí la labor relevante del periodismo científico y la divulgación accesible. Es momento de que la academia resuene y divulgue sus saberes para construir una sociedad informada que demande soluciones precisas a los gobiernos, aún a sabiendas que no harán nada, salvo que les reporte ganancias para ellos mismos.
“Aquí yace Aretino, poeta tosco
De todos habló mal menos de Cristo
excusándose al decir: no lo conozco”
Recién acabo de descubrir que Sancho Panza era gordo porque comia ConCervantes y, dado que las profecías de Casandrabarren con escoba de cerdas finas el trágico destino de Troya sin alterarlo, reconociendo a Paris, que había sido abandonado de niño pero consiguió entrar bajo de agua en la ciudad y, ella predice las nefastas consecuencias de su viaje a Esparta con la esposa de Menelao a la que ya se estaba cepillando y, será junto a Laoconte, el sacerdote de Apolo, la única que prevenga a los troyanos del misterioso caballón de madera que los griegos habían dejado en su costa como regalo, -pero era un gallo tapado,- cuando se metieron a sus barcos y fingieron demencia. Todo fué en vano, pues sus compatriotas no quisieron oir sus advertencias. Concluido el conflicto armado interno y externo, durante el saqueo de la ciudad, Áyax, hijo de Oileo, con la lujuria a flor de poro, encontró a Casandrarefugiada bajo el altar dedicado a Atenea. Aunque la princesa se agarró a la sagrada estatua de la Diosa, en el frenesí del saqueo Áyax desoyó sus ruegos, y la arrastró junto con la estatua, la violó en ese preciso lugar a lo bestia, como que si el Minotauro la estuviera montando. El sacrilegio cometido por Áyax, además de violenta a la vidente, fué no respetar la sagrada estatua de la Diosa y, esto lo condenó pues Poseidón, azuzado por la humillada Atenea, hundió sus barcos causando una tormenta de fuerza diez en la escala de Beaufort, en las cercanías del promontorio de las rocas Giras, donde Áyax murió ahogado y clavado a las rocas por el tridente de Poseidón. Para terminarla de ajustar, Casandra fué entregada como concubina al rey Agamenón de Micenas, que ignoraba que, mientras guerreaba en Troya, su esposa Clitemnestra se andaba revolcando en la concupiscencia en el lodo de la iniquidad con Egisto. Cuando Agamenón y Casandra regresaron a Micenas, Clitemnestra le pidió a su marido que caminara en la alfombra morada, como que estuviera en Holywood, pues el color que simboliza a los Dioses. A pesar de que Casandra le repitió hasta el cansancio que no lo hiciera, el rey no le hizo caso y cruzó la alfombra, cometiendo un sacrilegio. Y así Clitemnestra y Egisto asesinaron a ambos. Curiosity kill the cat.
“El conocimiento, el saber con vida en sí mismo, no
desemboca necesariamente en acción”
Yayo Herrero
Vayamos directo a la guinda del pastel del ecologismo está afectado por el Síndrome de Casandra que frustra sus intentos de anticipar soluciones a la crisis. La verdad científica debería tener efectos políticos en sí misma, pero los supuestos teóricos fallidos refuerzan esta impotencia práctica del ecologismo como un materialismo vulgar de corte determinista y, un idealismo con tendencia a esperar cambios sociales explosivos a partir de acciones puramente comunicativas que no funcionan, como los que priorizan la alfabetización ecosocial como el epicentro y, proponen líneas de acción para replantear los esfuerzos desde un enfoque orientado a la construcción de una nueva hegemonía política. Se vuelve igual que la educación estandar que no sirve para nada pues no enseña a ganarse la vida. A la luz de la deriva ecocida de las sociedades industriales, este analfabetismo ecosocial está a años luz de ser un fenómeno erradicable. Por eso Casandra tiene resonancia dentro del ecologismo porque este ha constatado su impotencia para revertir el desastre socioecológico. Recuerde que Casandra poseía un don visionario y podía anticipar el futuro pero maldecida por Apolo, sus predicciones caían en la incomprensión absoluta, en bolsillo roto. Así vaticinó tragedias como la caída de Troya o la muerte de Agamenón, pero no tuvo ninguna capacidad para evitarlas. Tampoco estamos pudiendo evitar tragedias anunciadas como el cambio climático, la crisis energética o la sexta extinción masiva o que se acaben los corruptos. Sólo Casandra encaja para definir esesíndrome ecologista donde se mezcla la frustración por el conocimiento de una verdad socialmente muda, con mucho esfuerzo estéril en hacerse escuchar y una suerte de estrés pretraumático ante los horrores que se perfilan en el horizonte, un sentimiento que se ha popularizado a través del concepto de la ecoansiedad. Eso me recuerda los mensajes brujos de los tatas, como les llamaba mi padre que era Dr. en Psicología Clínica y Médica, que suceden cuando un niño, por ejemplo, quiere encaramarse a algún lugar como la mesa del comedor y, alguno de los tatas le anuncia su predicción, “Te vas a caer,” y así se lo repite varias veces. El niño se encarama y repentinamente PLUNGÚN se cae y el respectivo tata le dice, “te lo dije” y encima de todo lo cachimbea. Y decía mi padre los niños no se caen, usted lo hace caer con su mensaje negativo emitido por su bocota. Abráse visto. Válgame Dios. Esas son advertencias en sentido contrario.
Dentro del imaginario apocalíptico, aparece la figura del profeta o augur.
Su rol es el de desplegar el presente y
dar cuenta de la sucesión de hechos pasados,
actuales y futuros
Como “de un dormido a un muerto hay poca diferencia,” pasando al más allá, en la trilogía de Casandra en la Orestía de Esquilo se refiere al fin de Troya, pero también al poder del Átrida y la instauración de un nuevo orden, lo que expone gran parte de sus disposiciones para comprender la realidad. Las estrategias dramáticas de Esquilo sobre la vidente, son anunciar el fin y decir la verdad. Punto. Lo primero supone una noción no causal de los sucesos, un poder ordenar la historia que remarca ese poder ordenar que exige una entender superior divino, a la que no acceden todos, que es casi única y, así surge la idea de profeta. Este segundo aspecto es el más difundido de Casandra, pero sin el primero no puede sostenerse, porque no se trata de decir los hechos solamente, sino de poder crear un discurso verificable donde hay bruma densa generada por la cosmovisión dominante que sigue patrones adoctrinados que se vienen metiendo en la coraza cerebral desde niños, en la escuela, en la iglesia y, no acepta argumentos del pensamiento mítico, la capacidad por ordenar lo heterogéneo para luego pasar a la incomprensión. Esto apenas esboza el vínculo entre el personaje mítico del profeta y el contexto de crisis del cambio de tiempos. Casandra en esta tragedia surge como una narradora capaz de ordenar los hechos, incluso los no sucedidos y, estos afectan el caso particular de la polis repercutiendo en la sociedad y, para la sensación de fin resulta necesario alguien que la explique, que dé coherencia al futuro en relación con el presente. Sólo eso.
“Éste debe ser el aspecto del ángel de la historia,
que ha vuelto el rostro hacia el pasado,
donde se aparece una cadena de acontecimientos,
y se ve una única catástrofe que amontona ruinas sobre ruinas,
arrojándolas a sus pies. Donde se aparece una cadena de acontecimientos,
él ve una única catástrofe que constantemente amontona ruinas sobre ruinas,
arrojándolas a sus pies”
Como el Sherlock Holmes de la esteología climática, sin serlo y, de cara a discutir la arquitectura teórica de la Casandraecóloga lo primero que debo señalar es un cuadro sociológico de analfabetismo ecosocial generalizado, pues desde Estocolmo 72 y Río 92, se ha desarrollado una gobernanza ambiental internacionalmente homologada cuya influencia en las decisiones políticas es poca y crecientemente e insuficiente pues ha tenido poco peso en el discurso público y, mucho menos en la acción. Es fácil oír a los propagandistas que quieren hueso en las elecciones venideras, ni siquiera tocan ese tema, porque ni siquiera lo conocen. No saben que es, como corresponde a su inmensa cultura. Las encuestas apuntan a que el cambio climático es una preocupación en pocos países. A escala planetaria esta creciente acentuación ecologista del discurso público activo no ha tenido ningún efecto corrector en el ecocidio en marcha. Nathaniel Rich, en su libro Perdiendo La Tierra, afirma que si bien hace más de 40 años la ciencia del clima no ha hecho avances teóricos sustantivos, por tanto casi todo lo que se conoce hoy ya se conocía en 1980, pero las emisiones de gases de efecto invernadero han aumentado exponencialmente. Las relaciones ecosociales son esencialmente indeterministas, y por tanto inciertas e impredecibles, como lo que el futuro presidente piensa hacer para seguir saqueando la nación. Tan presto se va el cordero, como el carnero. Skoll.
“La indeterminación característica de los sistemas vivos,
multiplicada por la indeterminación característica de los sistemas reflexivos,
arroja como resultado una indeterminación de segundo orden”
Ernest García
“Dato mata relato,” se ha convertido en un meme del debate político actual, en un tiempo en el que la ofensiva global se ha apoyado en la proliferación de noticias falsas que, gracias a las tecnologías digitales y sus posibilidades, descentralización informativa, inmediatez, conectividad global, ubicuidad en dispositivos portátiles casi universales, democratización de las técnicas de montaje fotográfico y audiovisual, ha llevado la vieja herramienta de la desinformación hitleriana propagandística a una escala y una capacidad de incidencia completamente nuevas. Así el debate público tan embarrado como democráticamente peligroso, “existe un intento de contrapesar sus tendencias más capciosas mediante sistemas de fact-checking, nodos comunicativos especializados que cuentan con una supuesta legitimidad para verificar datos y desmontar noticias falsas.” El votante extremo no se cree una noticia porque sea verdadera o falsa, se la cree porque le dá su reputa gana, porque dicha noticia reafirma una visión del mundo y un proyecto de sociedad con el que se siente afectivamente identificado, como cuando vé a la vecina o la verdad de que la humanidad ha sobrepasado la capacidad de carga del planeta Tierra, ¿por qué debe conducir necesariamente a una toma de conciencia decrecentista que permita aterrizar en de los límites biofísicos en un proceso igualitario?
“Si al ser humano le quitas el futuro cae en un desamparo
semejante al que sufriría si le quitas el aire
y el agua que necesita para vivir”
Lewis Mumford
Se considera síndrome de Casandra a aquellas alarmas reales que no son aceptadas ni creídas, como el caso de Winston Churchill, quien, antes de comenzada la II Guerra Mundial, advirtió repetidas veces del peligro que significaba el ascenso de Hitler y el nazismo, pero nadie le creyó una mierda. Los que tienen la maldición gitana son los científicos y ambientalistas que entregan informe tras informe sobre el impacto del cambio climático para el planeta y, aquí no es el Dios Apolo quien realiza la maldición, si no que el Dios de los comerciantes, Mercurio. Otro factor desde mediados del siglo XX tiene la agresiva campaña de la industria petrolera para minimizar el impacto de los combustibles fósiles en la atmósfera. En los años 50 Exxon e Imperial Oil y otras empresas petroleras, contrataron científicos para investigar cómo se relaciona la quema de combustibles fósiles con el calentamiento global para entender los cambios en la atmósfera y cómo afectarían la industria petrolera. El Dr. Martin Hoffert, físico y consultor de Exxon, dice que predijeron en 1980 que para el 2020 el calentamiento atmosférico sería de alrededor de 1ºC, o sea hace más de 40 años los investigadores contratados por la industria anticiparon el aumento en la temperatura global con gran exactitud y, la industria vió esto como oportunidad de negocio, ya que al derretirse el hielo del polo norte les facilitaría y reduciría los costos de explotación de los yacimientos que se encontrarían bajo el hielo. Anticipando, los ejecutivos de Exxon decidieron crear y financiar campañas para desinformar y en 1989 crean la Coalición para el clima global, que cuestionaba y sembraba la duda con el cambio climático y, ejercieron un fuerte lobby, logrando que USA no firmara el Protocolo de Kyoto de 1998, creado para controlar las emisiones de gases de efecto invernadero. El actuar de Exxon es igual al realizado por las empresas tabacaleras, que años antes, negaban la relación entre el hábito de fumar y el cáncer. Suena a chiste pero al vicepresidente gringo Al Gore le dieron el Premio Nóbel de la Paz por andar comerciando con el cambio climático. Así que la industria petrolera actuó a modo del Dios Apolo y maldijo al igual que a Casandra a científicos e investigadores ambientalistas que tendrán la capacidad de predecir el futuro, pero nadie les va a creer un loroco. Así que cuando afecte una sequía prolongada o una inundación o que sube el nivel del mar o lleguen cada vez más migrantes climáticos, hay que preguntar si alguien anticipó lo que está ocurriendo y, entonces recordarán que fué Casandra. Todo porque las autoridades están haciendo lo que mejor saben hacer, usted póngale su atributo. En resúmen estas cosas los de arriba se las pasan por la bisectríz.
Este negocio es más complicado que la Santísima Trinidad
Pan y circo cuando los países que van a las distintas COP, Conferencia de las Partes, representados por presidentes, políticos y ministros, comprometidos con sus profundos bolsillos, y así se seguirá teniendo los mismos pobres avances y con acuerdos que terminan sólo en buenas intenciones o en el basurero. Para tener acuerdos reales y con posibilidades de éxito, hay que lograr que asistan los grandes empresarios e inversionistas, como Larry Fink quien es fundador, CEO y presidente de BlackRock, administradora de activos más grandes y poderosa del mundo entero, que como solenoide transita un capital superior a la de los PIB de Estamos Hundidos, Inglaterra y Alemania juntos. Gracias a su enorme poder económico, le otorgan a personas como Fink, influir con sus opiniones y decisiones, a través del FMI y del BM, en las políticas económicas de los países, interviniendo directa e indirectamente en las jubilaciones, en la creación de empleo y calidad de vida a nivel global. Con personas como él es posible que se invierta menos en petróleo y carbón y más en fuentes de energía renovables y que el Dios Apolo nos oiga. ¡Amén!
Los mitos clásicos pretenden ser verídicos,
pero no existe certeza que los hechos ocurrieran o no.
Lo cierto es que los sucesos relatados mantienen infinitas semejanzas
dispersas con la realidad vivida o histórica”
“El neandertal quiere la sapiens, pero se las ingenia y se refrena. La suya es ahora fruición escatológica. No hay arrogancia o despecho en ello. Saltar hacia las garridas turgencias no lo salva.” Club de los escritores novatos. En psicología transicional el síndrome de Casandra, lo acuñó en el Registro de la Propiedad Intelecutal, -RPI por sus siglas en español,- Gastón Bachelard en 1949, para describir a personas que hacen predicciones sobre el futuro, generalmente catastróficas que los demás no creen y hacen que se sienta desvalorizada, aunque comúnmente ocurren. Tal y como pasa en la actualidad por tanto charlatán evangélico y sus parientes políticos ladrónesnarco en campaña, que afortunadamente todo lo que sale de sus shucas bocas es tan falso como ellos mismos. Grupos de pastel ya caducado son. Bachelard definió las características de ese complejo, baja autoestima y depre, miedos como los o las que tienen amantes y ponerse constanemente a prueba y error. Es una patología o sea una pata con lógica perteneciente a una logia, que lleva a hacer sistemáticamente profecías adversas sobre el propio futuro o el de los demás, no les cree ni su tata porque ven el lado negativo, que los lleva de la manita a la depre reactiva y, profunda frustración por la incapacidad de actuar con prontitud y eficacia, para evitar el el suceso, sí todos los presagios que acompañan esa condición son como los de mi novia Casandra, negativos hasta encelarse. El miedo se les convierte en una constante, oyen ruidos y viven con gran frustración como el 90% de los votantes después de las elecciones, que temen que algo malo ocurra, como que gane la Sandri y, esto les lleva a la indefensión aprendida, pues no ven ninguna salida y asumen actitud pasiva de renuncia hasta creer que se son incapaces de ejercer ninguna influencia en el entorno próximo o lejano. Caen en las redes de la profecía autocumplida, que en psicología es "una predicción que se cumple por el mero hecho de haber sido expresada, sin que existan elementos concretos que puedan llevar a esa consecuencia". Quien sufre esto tenderá a equivocarse porque eso es lo que espera de sí mismo, que es una especie de manía de control o forma de mantener el control. De hecho, si uno se permite ser feliz y tener un final feliz, se enfrenta a la posibilidad de que ocurra algo malo y la idea de derrumbarse emocionalmente supera con creces el valor de vivir el rico momento. Pensar en continuo en lo peor se convierte en una estrategia inconsciente para estar preparado cuando llegue la catástrofe. El síndrome también puede experimentarse en las relaciones sentimentales, si una persona tiene miedo de que le ocurra algo malo, se siente indigna de la estima y el amor. Como afirma la psicoanalista Laurie Layton Schapira, quienes padecen este síndrome tienden a tener relaciones venenosas que se centran en la distancia emocional y, son propensas a elegir parejas que reflejan el pensamiento de no valer nada, esto es el arquetipo de Apolo, pero no XI.
“Porque eso es la libertad, porque eso es decir que somos quien somos,
porque eso es el amor, respirar o cantar.
Porque ambas cosas son la misma”
Celaya
Según la Odisea, Penélope es hija de Icario y de Peribea, una náyade, casada con Ulises y tuvieron un hijo, Telémaco. Ulises se fué a la guerra de Troya y tardó veinte años en regresar. Penélope se hizo cargo de su hijo y de los bienes de su marido y más rápido que un rayo fué objeto de deseo de muchos pretendientes que pedían sin cesar la mano de la mujer del héroe, bueno, en realidad no era la mano lo que querían, pero ella con buen ojo rechazó a todos, pero seguían insistiendo disputándosela con las clásicas leyes del genero masculino. Entonces ella creó la estrategia de decirles que elegiría a uno cuando terminara de tejer una mortaja para Laertes, padre de Ulises y, así el trabajo que realizaba durante el día lo deshacía durante la noche. Cuando Ulises regresó, Penélope vaciló sobre su identidad, pues en 20 años sin verlo había cambiado, pero al fin lo reconoció por un lunar que tenía en el testículo izquierdo y, gracias a la intervención de la Diosa Atenea continuaron con su visita conyugal. Penélope fué infiel a su esposo durante la ausencia de éste, porque ni modo, como las gallinitas necesitaba de cariñito sicalíptico. Esquilo en su obra fragmentaria Penélope, relata que de esos amores adúlteros nació el Dios Pan. ¡Alabao sea el Señor de los encamamientos secundarios!
“La mayor virtud de un buen marino es una saludable incertidumbre”
Joseph Conrad
La noticia de titulares de prensa con encantamiento es que es posible salir del síndrome de Casandra, aunque hay que hacer un viaje al pasado en la máquina del tiempo y, a la propia historia para entender cómo se enquistó ese patrón disfuncional para tomar conciencia. La cura es entrenarse para un maratón sustituyendo profecías catastróficas por otras basadas en la realidad, teniendo en cuenta no sólo la conclusión negativa sino todas las alternativas posibles que permiten adquirir nuevas habilidades, tener la capacidad y el espíritu de observación para poder salir de la jaula del control, dejar a Casandra donde debe estar, en la mitología, pues es un rasgo de predicciones, tipo religioso en especial evangélico de zunte, de corte catastrofista no tenidas en cuenta. Suele aplicarse a mujeres. Sea como sea por acción de este castigo divino, nadie le dió crédito a Casandra cuando predijo la guerra que traería la catástrofe a su ciudad o el engaño del caballo de madera que significó la victoria definitiva del ejército aqueo. El complejo no tiene entidad clínica propia, como tantos individuos e individuas que he conocido, pues no se considera un trastorno propiamente dicho, en algunos casos se considera un síndrome o un conjunto de síntomas más o menos característicos, más bien un rasgo. La dicotomía es entre el materialismo científico dominante en la mentalidad de la sociedad y la superstición irracional que puede inspirar las predicciones. El componente sociológico está presente y se explica por la relación entre individuo y sociedad, por la tendencia de la última a ignorar y silenciar determinados discursos por su contenido o por sus proponentes, se trata de un comportamiento desadaptativo en una cultura cuyo paradigma cognitivo tiende a rechazar lo irracional. El complejo de Casandra dibuja la caricatura de alguien que piensa que puede predecir el futuro, pero que se siente incapaz de cambiarlo. Este curioso fenómeno puede atormentar a quien lo sufre, al hacer vaticinios que no son creídos. A mí no me atormenta. Casandra era una de las princesas de Troya, hija de Príamo y Hécuba, era hermosa bendecida con el don de ver el futuro, pero esta habilidad estaba acompañada con la maldición de que nadie la creía. Debido a esto pudo anticipar el resultado de muchos eventos desastrosos, su familia pensó que estaba loca. En definitiva siempre ha sido mostrada como una mujer no comprendida.
Por los avances del conocimiento, la mentalidad de la sociedad tiende hacia una racionalidad y a un empirismo que deja de lado los aspectos relacionados con lo no racional, como las visiones imaginativas. Estos hallazgos son invisibilizados y tomados como simples casualidades. Ya en la Antigua Grecia, la sociedad patriarcal, como la de la Biblia, que impera, se caracteriza por equiparar lo femenino a lo carente, a lo débil y a lo que es susceptible de ser dominado y explotado. La sumisión y el silencio eran y siguen siendo las virtudes ideales para el comportamiento de las mujeres. El complejo de Casandra puede explicar cómo la lógica patriarcal ha absorbido estos logros, quitando el mérito a todas esas mujeres y transfiriendo su papel a figuras como sus padres, hermanos o esposos. Hoy en día, no es difícil ver ejemplos de esto de invisibilización en las mujeres en los medios de comunicación, donde buena parte de sus posibilidades de éxito se basan en su apariencia física. Una vez que Troya fue invadida y saqueada, Casandra fue entregada en forma de botín de guerra al rey griego Agamenón y, esto dibuja un retrato de cómo el cuerpo de la mujer, aún a estas alturas de la historia, se sigue empleando como mercancía, como objeto de placer o como escaparate para vender un producto. Esto se relaciona directamente con el fenómeno de Casandra, y con cómo la sociedad hace oídos sordos a los logros de una mujer que se salga de lo supuestamente esperado. En la película Doce monos. la doctora Kathryn Railly investiga este síndrome y a quienes lo sufren.
"Si un perro se abalanza contra mí, le pego un tiro antes de que me muerda"
Winston Churchill
La opinión pública, mayoritariamente pacifista, miró para otro lado las advertencias de Churchill. El final de la historia es bien conocido, tal y como fué anotado casi al principio de esta relación. El 13 de mayo de 1940 Churchill, en su primer discurso en la Cámara de los Comunes, dijo que ya sólo podía ofrecer al pueblo británico "sangre, dolor, sudor y lágrimas." Melanie Klem dá una interpretación del mito de Casandra como la representación de la conciencia moral humana, cuya función es emitir advertencias. Según está psicóloga, Casandra predice que las infracciones morales traen consecuencias sociales negativas, la reacción no es otra que negar lo que se sabe que es verdad, pero el aviso genera un sentimiento de culpabilidad pernicioso para la psique del individuo. Puta.
Se puede asistir con boleto pagado a la pugna entre apocalípticos e integrados, como decía Umberto Eco, en la aldea global. Mientras el mainstream, el establishment o como chingados se llama a la corriente conocida como “integrada” intenta mantener vivo a toda costa el mito del progreso, los profetas del Apocalipsis no dudan en señalar que el camino que se lleva conduce al precipicio. Las espadas están en alto y, como dice Alan Atkisson, “con demasiada frecuencia observamos, impotentes, como lo hizo Casandramientras los soldados salían del caballo de Troya, como se prevén y provocan sus estragos; peor aún: el dilema de Casandra ha parecido crecer más ineludible aún cuando el coro de Casandras ha aumentado”. No le falta razón. En la más diversas temáticas, las advertencias sobre diversos procedimientos han caído en costal con hoyo, y, después, todos pagan las consecuencias.
El síndorme funciona en todos lados. Un maestro se interesó por las caídas de ramas y árboles en Madrid, hizo un vídeo. Revisó los árboles del Campus Externo de la universidad de Alcalá, comunicó a las autoridades que un considerable número de árboles del Campus podían caer o dejar caer alguna rama sobre los estudiantes que se ponen bajo ellos. La única respuesta fueron unas cintas de plástico indicando que no debían acercarse. El lunes cayo una rama delante de un aula y no se diga más. Ya saben lo que pasó.Por otro lado los inspectores del Banco de España avisaron de la llegada del desastre económico causado por políticas erróneas de los gobiernos de las 17 taifas españolas más la taifa central, en 2005. Allá por 1600, González de Cellórigo profetizó la catastrofe financiera y de poder de la España de los Austrias. Nadie le hizo caso, como ahora. Son muchos los que avisan de los problemas del Medio Ambiente, y del Cambio Climático. Los seres humanos prefieren saber con certeza que destruyen sus recursos, a trabajar para mantenerlos. Luego lloran, como hicieron los troyanos.
Y después de este desquiciado presente, ¿qué nos espera? Es imposible saberlo porque se sigue bajo el síndrome de Casandra. Al final, la princesa profetizó por dos veces su asesinato y el de Agamenón, pero cuando cayó al suelo víctima del puñal homicida tampoco nadie la creyó.
FIN
sergiodeleonlopez
Roy Hendy
ResponderBorrarQue mente! Que mente la que tenes para escribir así, pana. Gracias por este regalo tuyo. Un abrazo solidario.
Muchas gracias mi buen pana, aprecio tanto tus comentarios pues me dan cuerda para seguir tecleando
ResponderBorrarAymara de León
ResponderBorrarFabulosa
Muchas gracias, eso me motiva para seguir
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