lunes, 3 de julio de 2017

La Tashira

DEL AMANSABURROS AMANCEBADO
DE LA PERSONERÍA JURÍDICA QUE NO SABÍAS QUE DE VERITAS EXISTIERON Copyright 2017
LA TASHIRADoña Serveliana Mancúz, de hay por oriente, 
                                            asigún deciya era pura sangre, 
                                            potranca hembra española de Alicante, 
                                            que cuando le era presentada alguna persona le decía: 
                                            “con mucho respeto, cariño y admiración pa´usté”. 
Así sus abuelos emigraron hay por Chiquimula, a la aldea Pata Galana del municipio de Río Hondo, Zacapa en las faldas de la sierra de Las Minas, al norte del río Motagua, que por un camino de herradura al suroeste a 300 mts se cruza a la aldea El Petón, en el entronque con la carretera Interoceánica CA-9, que 9 1/2 km al SO lleva a la aldea a 190 mts. SNM. 
Considerada tierra de héroes, porque se necesitan muchos huevos pa´ vivir allí, porque no hay ni zopes, ya que no hay ni mierda. Contaba en ese entonces poray de los años 60´s con 11 habitantes, 6 machos y 5 potrancas en 2 viviendas, que en 1967 crecieron a 15, por la falta de TV, asigún las investigaciones mesoamericanas de la Oficina de Estadística.
Allí la familia de don Acisclo Mancúz Saavedra instaló un lugar de “entritinimiento”, con billares, guaro y cervatanas, que llevaban desde Río Hondo a puro lomo de mula (conste que no se está hablando de militares).
Y asigún fue creciendo se fue mejorando, se le puso torta de cemento al piso, y se construyeron paredes de bahareque poshoroco, sobre todo en el excusado que se hizo en el patio, cerca de la milpa, pues don Acisclo gran conocedor del medio ambiente decíya que era pa que le sirviera de abono y ya no había que ir al monte o la misma milpa, con shilotes pa´limpiarse el trasero, pues ya se usaban hojas de Prensa Libre, porque el “periodismo democrático” es para compartirlo hasta por el culo. Eso calmaba las necesidades de descomer y destomar.
El lugar se fue engalanando con macetas de cactus, pues poray sólo eso se da, y se compraron un radiote de tubos Grundig con onda corta pa´ las músicas y los bendecidos mensajes desde Radio Habana, Radio Rebelde y la Voz de la OEA, en donde era muy requerido por los bebensales La Calbagata Deportiva Gillete, y la TGN, con las predicaciones del hermano Jeremías Pirir.
Cariñosamene la Serve, fue creciendo, desenrrollando y echando cuerpo, y con ello por el calentamiento global de los bebensales que llegaban de lejos, empezó el acoso séptico, pues además por las condiciones climatéricas usaba falditas al mushush y no podía usar brasseire porque le quemaban sus pachitas.
El día menos pensado, empezó a ir al fondo de la milpa, bajo un palo viejo, donde por Q1.15 les quitaba el calentamiento glogal a los clientes más asiduos, con la ayuda de la Manuela Palma Salibares, pues quería conservarse virgencita y mártir hasta los santos desposorios.
Pero "un día de verano, con el correr de los años y sus pantalones largos le llegó la adolescencia, y fue a la sombra de su árbol una fiesta en el verano donde perdió la inocencia"
Y cuando la Luna tenía que obrar en ella, no le bajó nada, por lo que estuvo brincado a cada rato, pero no bajaba nada y ya le dolían las patas.
Pasados 3 meses, empezó a crecer la pancita, y ella le requirió al Bartolo que se hiciera cargo de la encomienda, a lo cual se negó rotundamente, aduciendo que "muchos machos habían montado esa potranca", y ciertamente la iba a seguir usando, pero sin casarse, porque había orado: "Señor, hazme casto, pero no ahora”.
Y fue tal la discusión que la Serve se sacó del bloomer su tasifiro, que usaba pa´ defenderse de los abusadores que no se conformaban sólo con mallugar y no compraban nada, y en un movimiento supino lo apoyo arriba de la nalga derecha del Bartolo, con tan mala suerte que brincó del puyoncito y machucó una piedra resbaladiza y se jué pa´ tras y el tasifiro le entró hasta el lado opuesto, causando hemorragias internas, y como dijo mi amigo Mario Rashón: “allí lo quedó”.
Don Asisclo le dio pisto y le dijo que se juera a la Chingada, porque lo que había hecho estaba cabrón. Así corrió por los montarrales hasta llegar a la carretera y de jalón en jalón, la fue a tener a Sololá, en donde preguntó que cuál era el lugar más seguro, y así trepó a la cumbre del Kis Kap y se avecindó en el Caserío Parromero, donde abrió su primer negocito.
Con tanta agitación y culpa entrañable, pues le dolían las entrañas, perdió al muchichit. Así decidió mantenerse soltera, y adoptó el nombre kakchikel de “Tashira” que quiere decir tasifiro o cuchillo de doble filo delgado como destornillador.
También decidió que sólo se iba a dejar tashtulear por los agentes viajeros que empezaron a llevar abastecimientos pa´ su tienda-bar, nombrada “Abarajáme la Bañera”, y aún con sus 68 años en el frío lugar, seguía atendiendo cariñosamente, con respeto, cariño y admiración a los desamparados agentes viajeros de las carreteras lejanas, hasta que la muerte la separe al otro potrero.

¿Cómo la ves poray disdiay? Copyright 2017

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