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PERSONAJES DE LA
VIDA RIAL QUE NO SABÍAS QUE EXISTIERON
LAS COYOYLinaje de la estirpe de Zipacná,
del
linaje de Kikav el Grande,
de la rama Huitzizil, de por ay por donde yo,
que
sin coyundas no se ayuntaron nunca con las huestes del mal,
o seya los
spanions, y se conservaron puras,
con baños de agua de sal con guapinol y nance
machorro.
Deben su nombre a que tuvieron que trepar a los árboles huyendo del enemigo, como los Coy, los micos, el día de hoy, pues mañana quien sabe, y desde entonces existe la prohibición de que las mujeres se suban a los árboles frutales, pues sus humores de elevada temperatura hacen que la fruta se engusane.
Enfrentaron a Jorge de Alvarado, con agua de tuza, brizna de nishtamal y duros golpes de refajo, sin dejarse ser usadas en la cooptación que le dicen del estado kakchikel, por el maligno venido de atrás del mar.
Ahuyentaron al enemigo con cruces de chichihuilote y ocote manido. Fueron el primer frente de la vara tostada y tetuntes de ríi.
Su poder se debía al collar de olotes que portaban con 7 salpicadas de kusha y
ajo frotado en los pezones. Algunas para obtener más valor, se introducían en
el refajo zompopos picones, para salir disparadas como quien se quita una brasa
del culo, y eso provocaba temor inaudito en el escafoides y el enemigo ponía agüita
amarilla de por medio hasta ver el horizonte.
Además su fama la deben a tener sus verguenzas grandes, de lo cual se enorgullecen y ellas mismas se definen como de pupuse grande. Los patojos chispudos machitos que suelen casarse con ellas, quedan inundados porque no sienten ni cosquillas en la forulación y creen que ya son cuetes quemados, pero son todo lo contrario, pues por la subida a los árboles se les agrandaron las bisagras.
Hoy su linaje se mantiene puro, puro a la tradición, hasta que aparezca alguien que les de la talla, siempre y cuando sean del mismo Kalpul.
Por eso doña Maricela, en la fiesta del casorio de su hija, no dejó
salir el marimbo, el comid, los invitads y el guare, cuando don Mancho su
maride le dijo al oído que el Lupe se quería descasar porque la Chilía ya
estaba usada, y sacó el marimbo, el comid, los invitads y el guare, pero doña
Marice los regresó el marimbo, el comid, los invitads y el guare, diciéndole:
- No es cierto, la nena no es cuet quemad, lo que pas es que nosotras las Coyoy
somos de pupuse grande.
¿Cómo la ves disdiay?
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