domingo, 24 de noviembre de 2024

LA HISTORIA MÁS ANTIGUA DE LA HUMANIDAD. Capítulo 2. 263

 

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LA HISTORIA MÁS ANTIGUA...
DE LA HUMANIDAD

¿Cómo descender al pozo?

Su viaje que termina donde empezó, y es el principio que cuenta el final.




CAPÍTULO 2

Con la paciencia y salivita Utnapishtim escuchó a Gilgamesh, pero se negó a ayudarlo a conseguir la inmortalidad,  pues su cometido es ser un buen rey en la Tierra y no otra cosa, pues de lo contrario lo tendríamos reinando al día de hoy y haciendo de las suyas con las de ellas. Le hace ver que es más rápido que aconsejable. Él estaba acostumbrado porque nadie lo fiscalizaba ni para mear sin pergeñar. Así que tiene que entender a como dé lugar que el día de su muerte está en manos de los Dioses. Pero éste no cede, porque es más terco que un dolor de muelas 

-Decíme Utnapishtim por qué diantres sos inmortal.

-Pues fijate vos que tiempo ha que hubo la gran inundación que los Dioses enviaron en aquel tiempo, que los cristianos posteriores le llamarán el Diluvio Universal, pero vale y todo porque las maras y los diputados hacían el mal.

-Ansina que el Dios Ea, el príncipe de la sabiduría, me encomendó en ese entonces construir un barco enorme, un barcotote, con la promesa de una cosecha abundante, así que conseguí carpinteros, tejedores de caña, constructores navales, jóvenes y viejos para las obras de construcción y, me fuí a preparar para que empezara la fiesta. 

-El enorme barco tenía siete pisos al estilo crucero, cada uno con nueve habitaciones y, subí a bordo tanto como me fue posible, oro y plata, simientes de las cosas vivientes, a toda mi familia, artesanos, artistas y escribas, ganado y animales salvajes, marineros y hasta un par de putas que se colaron en la fila. Luego, cerré la puerta. 

-Los Dioses me habían dicho que iban a inundar el mundo para destruir a los malos, que también éste episodio lo copiarían los cristianos después en su libro de la Biblia con la historia de Noaj.

-Y fijáte que el temporal que sobrevino poco después fue despiadado. La tormenta, el aguacero y el diluvio sepultaron a todo lo que había vivo con un frío que calaba hasta el horizonte vertical. Sólo al séptimo día de zarandeo hubo calma. La humanidad se había convertido otra vez en barro y reposa en el fondo de las aguas haciendo petróleo para el futuro. 

- Así que como lo mandan los cánones marineros busqué una orilla, pero sólo ví doce islas que sobresalían del mar, abrí una escotilla y sólo vi aguas. Sin más encallé en el monte Nisir al que los cristianos llaman Monte Ararat y, cuando el diluvio cesó, entonces dejé que volaran una golondrina y una paloma, pero las muy cabronas regresaron porque no había donde posarse ni poner huevos. 

-Finalmente, solté un cuervo más negro que el corazón de un diputado y no regresó. Entonces dejé salir a todos del barco y ofrecí un sacrificio que atrajo a los Dioses y sembré un viñedo. Lo demás es historia sabida. 

-Todos los humanos habían perecido y, entonces "me arrodillé y lloré; las lágrimas se deslizaron por mis mejillas." 

-Pero como no todo es naríz de santo, al oler los sahumerios que subían al cielo, llegó Enlil el Señor de los Cielos y de la Tierra, el que había enviado el diluvio y, se encabronó cuando vio a los humanos sobrevivientes que yo había embarcado, pero se apaciguó cuando vió las putas, pero los otros Dioses le reclamaron por haber causado el diluvio y antes de partir, pero tras reflexionar expresivamente, me volvió a mí Utnapishtim y a mi esposa inmortales.  

-Aún así Ea lo reprendió -como mamá enojada con su hijo por haber quebrado los huevos del desayuno,- pues en lugar de destruir todo, debería haber enviado hambre o enfermedades, pero ahora, debería ayudar a los sobrevivientes. Entonces, Enlil me bendijo y a mi mujer y nos convirtió en Dioses.

G sabía lo bastante para sonsacarle lo suficiente. A él, de los siete pescados capitales no podían eliminarle cuatro, lo lujurioso, ni lo huevón y, era vegano y muy relajado. En los tres restantes es un excelso hijo de puta, avaro, envidioso y soberbio. Era un tipo al que los ministros pedían órdenes, los obispos consejos y los reyes permiso. Los reyes ricos de ese entorno se dividían en dos, los que negaban sus años y los que se ufanaban de ellos.



"El espanto ha entrado en mi vientre. 

Temeroso de la muerte, recorro sin tino el llano"


De complemento para que no se les olvide, la historia de Utnapishtim aparece en otras obras de literatura babilónica pero el autor de Gilgamesh la usa como una historia dentro de su historia con doble empaque. El propósito de Utnapishtim era hacerle entender que se volvió inmortal por un evento único ocurrido hacía mucho tiempo y que nada parecido le iba a pasar a él. 

"¿Quién por ti convocará los dioses a la asamblea, 

para que encuentres la vida que buscas?" 

         

Ante el consejo de Utnapishtim no había ningún secreto, ni nada más que pudiera decirle. Consumatum est. Pero como los bolos de necio G hace su último intento. Utnapishtim quería descubrir qué podría justificar la admisión de G en la comunidad de los Dioses. Reticentemente, le ofrece a G una oportunidad para la inmortalidad, pero pregunta por qué los Dioses deberían dar el mismo honor a G que a sí mismo, el héroe de la inundación y, lo reta a permanecer despierto por seis días y siete noches para ponerlo a prueba y conocer su voluntad intrínseca, indicándole:

-Te tenés que mantener despierto durante siete noches.

Y, en el momento justo en que Utnapishtim termina de decirlo G se queda más dormido que un oso invernando, así que se burla del sueño abrumador de G. 

Se durmió como piedra de moler roncando como motosierra, durante seis días y siete noches sin marcar el turno, y para demostrar que estuvo durmiendo y no pudiera negar su error, le ordena a su esposa que hornée un pan cada día y que vaya apilando esas hogazas frente al bello durmiente. Cuando despertó, la primera hogaza ya estaba totalmente seca y tiesa como el pan de ahora. Cuando después de seis días y siete noches descubre su fracaso, Utnapishtim lo manda de regreso a Uruk con Urshanabi, exiliado. 

No pasó la prueba y tuvo que regresar a la vida de nosotros los mortales. 

Para William Shatner sería inexplicable, pues todos los mecanismos difíciles tienen una solución fácil. 

Pero como el inmortal​​ Utnapishtim es buena onda, antes de despedirse de G, en el momento en que se marchan, la esposa de Utnapishtim le pide que tenga compasión de G por su largo viaje y, que le revela a su huésped el secreto, así que le dice:

-Hay una plantita mágica como el culantro, es espinosa y brinda rejuvenecimiento -porque la vida eterna ya no está disponible,- y que se encuentra a tres atmósferas en el fondo del mar, por si te interesa. 

Raudo y veloz G amarra piedras planas a sus pies, para hundirse en el Apsu, un océano subterráneo de agua dulce, y buscando encuentra y recoge la planta, pataleando duro para sacar la cabeza del agua, sale balbuceando, porque caballo que avanza, gana. Pero como no confía en su efecto, decide probarla antes con un elder viejo en Uruk, así que si se muere a él no le pasará nada. En el camino de regreso para quitarse el hedor a algas marinas, se baña en el agua fría de un pozo seco. La planta le devolvería su juventud, pero desafortunadamente para él, por un descuidado de culo y antes de que pudiera aprovecharla, una serpiente que trabajaba en el Congreso como diputada electa, sin ser vista huele la planta, se la roba y se la come y se va, lo que hace que se deshaga de su vieja piel y queda rejuvenecida y lisita como nalga de princesa. Renacida. Y desde entonces las serpientes mudan de piel para rejuvenecerse. Tenía un plan hasta que le llegó el primer golpe y todo cambió, porque los planes tenían otros planes. 

G al darse cuenta estalla en llanto como plañidera de San Jorge Laguna, por el descuido de capirote, con la bronca envuelta en papel de cariño y con moña rosada. Todo fue en vano. La entrada a los inmortales está cerrada en el cielo para él de una vez por todas. 

La puteada la encajó con deportividad y eso ya es bastante. 

G llora en presencia de Urshanabi, pero habiendo fallado en ambas oportunidades, no hay para donde y regresa a Uruk con su barquero y le muestra la muralla de la ciudad, donde la contemplación de sus grandes muros le hace alabar el trabajo duradero, con una mortal precisión de un extraño cortejo. 

Las barreras cayeron. 

Está orgulloso de sus sólidos cimientos y las tejas de ladrillo, orgulloso de la ciudad cuyo rey en la tierra es él. Pero está más desilusionado que un asolescente al que le dice no una patoja experta y consciente al fin de los límites de sus propias capacidades. Regresó a Uruk reconciliado con su suerte y más sabio a puro porrazo. Su lucha heroica contra la muerte, primero en pos del reconocimiento inmortal a través de obras gloriosas y luego en busca de la vida eterna -que repito, aún no ha sido inventada,- lo lleva a enfrentar el inevitable fracaso y a comprender que la única inmortalidad a la que puede aspirar es la que da el dejar algún logro duradero para la historia. ¡Cataplum!

Llegó de un camino lejano, estaba cansado, encontró la paz.” 

Finalmente sereno, acepta que si bien los individuos son mortales, la humanidad es eterna, y ve la ciudad como una expresión de la humanidad y la generaciones futuras, sus notables obras de construcción serían las que le garantizarían que su fama sobreviviera su muerte.



“Para que se acaben las chinches,

hay que quemar el petate”

Mayor Genovevo Garza


Ya son las 8:23 y apenas empiezo. 

El núcleo sentimental del poema está en el duelo de Gilgamesh tras la muerte de su amigo. Es la primera obra literaria que hace énfasis en la mortalidad humana frente a la inmortalidad de los Dioses. El poema incluye la primera versión del relato de Diluvio Universal, que luego copiaría la Biblia. La prensa londinense publicó: “este descubrimiento está destinado evidentemente a suscitar una animada controversia. Por el momento las mentes ortodoxas están alucinando encantadas y muy predispuestas por la corroboración que proporciona la historia bíblica. Sin embargo, es posible, como se ha señalado que la inscripción caldea, puede considerarse una confirmación de la afirmación de que hay varias tradiciones del Diluvio además de la bíblica, que tal vez sea legendaria como el resto.”


A un lado del campamento, 

soñaba somnoliento un pobre jumento,

desesperado porque su mujer no le daba sustento.

Ajá, ajá, ajá joceaba y de triste se le caía la baba,

aunque desolado nada se le arrugaba.

De la pluma inédita del Zope


Gilgamesh es un mito solar, razón por lo que vencerá a los Hombres Escorpión, símbolos de la consumación de la vida, que deberán cederle el paso. Igualmente, su carácter se confirma por su oposición a la Diosa Inanna, de carácter lunar. El pasaje por los doce signos del Zodíaco se refleja en los trabajos de G y, en realidad, en toda su existencia. Esto confirma el parentesco entre G y el de Heracles.


“Gilgamesh, que vio las profundidades, la fundación de la tierra, 

que conoció los confines remotos, lo entiende todo”


Existen distintas fuentes que datan de más de 2,000 años aC. Los primeros poemas sumerios actualmente se suelen considerar historias distintas en lugar de partes de una sola epopeya.​ Se remontan a la tercera dinastía de Ur, en la época del origen del renacimiento sumerio en el  2100 aC. Las tablillas de la antigua Babilonia del 1,800 aC​ son las más antiguas que se conservan de un relato único de la Épica de Gilgamesh. Las antiguas tablillas babilónicas y la versión posterior en acadio son fuentes vitales para las traducciones modernas, y los primeros textos se utilizan principalmente para completar en los textos posteriores los vacíos existentes. Se han publicado versiones revisadas basadas en nuevos descubrimientos, pero la epopeya permanece incompleta.​ El análisis del texto babilónico antiguo se ha utilizado para reconstruir formas anteriores de la epopeya.​ La versión acadia más reciente, también conocida como la versión babilónica estándar, consta de doce tablillas, cuyo texto habría sido transcrito por el asipu Sin-léqui-unninni,​ quien vivió en algún momento entre el 1,300 aC y el 1,000 aC.​



Unos 15,000 fragmentos de tabletas con escritura cuneiforme fueron descubiertos en la Biblioteca de Asurbanipal en Nínive por Austen Henry Layard, a principios de la década de 1850 y,​ a finales de la década siguiente el Museo Británico contrató a George Smith para estudiarlos y, en 1872 leyó fragmentos traducidos ante la Sociedad de Arqueología Bíblica y, en 1875 y 1876 publicó traducciones más completas, la última de las cuales se publicó como "The Chaldaean Account of Genesis" o sea El relato caldeo del Génesis, El personaje central de Gilgamesh fue inicialmente transcrito como "Izdubar", antes de que los logogramas cuneiformes de su nombre pudieran pronunciarse con precisión. ​En 1891, Paul Haupt recopiló el texto cuneiforme y, nueve años más tarde, el orientalista Peter Jensen proporcionó una edición completa y, R. Campbell Thompson actualizó ambos trabajos en 1930. Durante las siguientes dos décadas, Samuel Noah Kramer reorganizó los poemas sumerios.​ En 1998, el asiriólogo americano Theodore Kwasman descubrió en el almacén del Museo Británico una pieza que contenía las primeras líneas de la epopeya. El fragmento, encontrado en 1878 y fechado entre el 600 aC y el 100 aC, no había sido examinado por expertos durante más de un siglo desde su recuperación.​ El texto del fragmento dice: 

"El que lo vio todo, que fue el fundamento de la tierra, que supo (todo), fue sabio en todos los asuntos: Gilgamesh."

​El descubrimiento de objetos  2600 aC asociados con Mebaragesi de Kish, mencionado en las leyendas como el padre de uno de los adversarios de G, ha dado credibilidad a la existencia histórica del asunto en cuestión.​

Composición y naturaleza del poema

Originalmente, la obra se conocía con el título Aquel que vio las profundidades, Sha nakba īmuru, o Por encima de todos los otros reyes, Shūtur eli sharrī, versos tomados del arranque de la obra que aluden a la naturaleza excepcional de G. El poema se escribió en tablillas de arcilla con escritura cuneiforme hacia los años 2500-2000 aC, versión en lengua sumeria, que presenta muchas lagunas debidas a su deficiente conservación, pero se conservan versiones posteriores, también fragmentarias, en lengua acadia e hitita. Las ediciones y traducciones modernas de la obra incorporan este material para complementar los huecos o mejor vacíos para evitar malos entendidos, de la versión sumeria. La versión más completa que se conserva aparece en un conjunto de doce tabletas de arcilla pertenecientes a la biblioteca del siglo VII aC del rey asirio Asurbanipal. Las once primeras tabletas narran la Epopeya de Gilgamesh, y la duodécima contiene un poema independiente sobre la bajada de Enkidu a los infiernos a visitar al compa. El texto no separa los versos, pero por el ritmo puede tener unos 3500 versos. El poema se originó en una serie sobre el legendario héroe-rey Gilgamesh, que vivió y reinó a finales del Segundo Período Dinástico Inicial en el siglo XXVII aC. Algunas fueron narradas en verso, y los poemas resultantes se ensamblaron más tarde, dando lugar a un poema más extenso ahora expuesto en museos.

El rey Asurbanipal de Nínive hizo transcribir la epopeya, dentro de su empeño por copiar todos los documentos escritos del mundo conocido. Hacia el año 612 aC, Nínive fue destruida por invasores y no fue hasta 1845 que el explorador británico Austen Henry Layard localizó sus restos, cerca de Mosul en Irak. Del contenido de su biblioteca, actualmente se conserva una pequeña fracción, compuesta por 25,000 tablillas. El poema cuenta la historia de las aventuras del rey Gilgamesh de Uruk, que gobernó hacia el año 2500 aC. La epopeya, muy posterior a su reinado, recoge y elabora las leyendas que circulaban sobre él en la tradición oral bucal, o mejor, de boca en boca. De las doce tablillas, once conforman el poema, escrito en la primera mitad del segundo milenio aC y la duodécima fue tallada al final del primer milenio aC.



La versión estándar fue escrita en babilonio estándar, un dialecto del idioma acadio que solo usada con fines literarios, utilizando un tipo de métrica bastante parecido a la métrica hebraica, fundada en el paralelismo semántico, aunque también posee elementos de métrica cuantitativa. El verso está generalmente dividido en dos hemistiquios que reiteran la misma idea expresada de dos formas distintas. Esta versión fue estandarizada por Sin-Liqe-Unninni entre el 1300 aC y el 1000 aC con base en una versión más antigua que la oficial. Esta complementación mediante cambio o añadidura de fragmentos era un proceso común en la época y el Poema de Gilgamesh no fue la excepción. La versión estándar y la acadia previa se diferencian en la introducción, o íncipit. La versión más antigua comienza con las palabras: “Sobrepasando a todos los demás reyes”, mientras que en la estándar dice: “Él que veía lo profundo” (ša nagbu amāru). La palabra acadia nagbu, profundo, en este caso hace referencia a ciertos misterios. Andrew George considera que se refiere a algún conocimiento específico que G trajo de su reunión con Utnapishtim, él ganó el conocimiento en el reino de Ea, cuyo reino cósmico es la fuente de la sabiduría. G adquirió el conocimiento para vivir una buena vida, cómo adorar a los Dioses, por qué es necesaria la muerte para los humanos, de lo que hace bueno a un rey y de la naturaleza. La tablilla XI contiene el mito del diluvio que fue copiado en su mayor parte de la épica de Atrahasis y de allí lo fusiló la Biblia mil años después. 

La tablilla XII es un apéndice del poema épico, una secuela de la XI y añadida en fecha posterior, por lo cual ha sido omitida hasta años recientes. Tiene la inconsistencia narrativa de presentar a Enkidu vivo, y tiene poca relación con la bien argumentada tablilla XI. De hecho, el poema tiene una estructura circular en la cual las líneas iniciales se citan en la tablilla XI para dar, junto con el final, la idea de un ciclo. La tablilla XII es más bien una copia de un cuento anterior en el cual G envía a E a recuperar algunos de sus bienes al inframundo, E muere y regresa como espíritu para contarle al rey la naturaleza del inframundo. Este evento parece superfluo dado que en la tablilla VII E tuvo ya un sueño en el que se le reveló cómo es el inframundo.



La obra gira en torno a dos temáticas, las primeras seis tablillas describen la búsqueda de la gloria y las restantes la búsqueda de la inmortalidad. El contenido de la última tablilla no se conecta bien con lo anterior. G se duele ante E de que su juego ha caído en el inframundo y él le ofrece traerlo de vuelta. Encantado, G le dice lo que debe y lo que no debe hacer en el inframundo para poder volver, pero olvida el consejo y hace todo lo que se le advirtió no hacer, por lo tanto, el inframundo lo retiene. G pide a los Dioses que le devuelvan a su amigo. Enlil y Sin no se molestan en responderle, pero Enki y Shamash deciden ayudarle. Shamash hace un hoyo en la Tierra y E sale por ahí. La tablilla termina con G preguntándole a E sobre lo que ha visto en el inframundo. Tengo mis dudas si E reaparece en la historia como espíritu o si vuelve a la vida.


Versión en babilónico antiguo

Todas las tablillas, excepto la segunda y tercera, provienen de distintos originales, por lo tanto, la síntesis argumental se hace con base en diferentes versiones.

Tablilla perdida.

G le cuenta a su madre Ninsun dos pesadillas que tuvo. Ella le explica que pueden significar que vendrá un amigo a Uruk. Entre tanto, E y su mujer, aquí llamada Shamshatum, se dedican a hacer el amor mañana, tarde y noche, tal como debe ser y a ella no le dolía la cabeza ni nada. Ella lo civiliza también mediante el ofrecimiento de comida humana y dándole placer hasta en las orejas. E ayuda a los pastores a cuidar de las ovejas. Viajan a Uruk para casarse, pero G reclama el privilegio de usar a Shamshatum antes para medirle el aceite y calibrarle las válvulas. E y G combaten hasta que G abandona la pelea porque ya le duelen los cuartos traseros. E sin decir agua va, alaba a G como persona especial, porque ya se le quitaron las ganas después de tres cocacolas.

Así que entonces G se propuso ir al bosque para cortar árboles y matar a Humbaba. E protesta porque conoce a Humbaba y es consciente de su poder. G trata de dar valor a E con palabras de poder, como pastor evangélico. Comienza la preparación del viaje y llaman a los mayores. Ellos protestan también, pero después de escuchar a G les desean suerte.

En la continuación del asunto, hay una Tablilla perdida.

Los fragmentos de tablillas de dos versiones distintas narran como E anima a G para matar a Humbaba y, cuando lo hace, cortan árboles y encuentran la morada de Annunaki. E hace una puerta de madera para Enlil y la deja flotar sobre el Eufrates.

Más Tablillas perdidas.

G discute con Shamash la inutilidad de la prueba. La tablilla está dañada, luego aparece G hablando con Siduri sobre la prueba y sobre su viaje para ver a Ut-Napishtim aquí llamado Uta-na’ishtim. Siduri lo interroga sobre sus propósitos. Otro hueco en el texto. G ha destruido a las criaturas de piedra y habla con Urshanabi aquí Sur-sunabu. Tras una breve discusión Sur-sunabu le indica a G que corte 300 remos para cruzar las aguas sin las criaturas de piedra. El resto de la tablilla está dañada.

O tablillas perdida



Poemas sumerios

Hay cinco historias existentes de G en forma de poemas antiguos en sumerio, que circulaban independientemente, en lugar de tener la forma de una epopeya unificada. Algunos de los nombres de los personajes principales en estos poemas difieren ligeramente de los nombres acadios posteriores como, Bilgamesh y, hay algunas diferencias en las historias subyacentes, como el hecho de que E es el sirviente de G en la versión sumeria y, que El Toro Celeste llegó a la ciudad de Uruk, mató a muchos de sus guerreros y la devastó. G y E mataron al toro y este hecho aumentó aún más la furia de los Dioses, ya contrariados por el orgullo de G y decidieron castigar a E con una enfermedad que duró doce días y que le ocasionó la muerte. 

El señor de la Montaña del Viviente y Hey, ¡hurra! corresponden al episodio del Bosque de los Cedros que en la versión estándar se cuentan en las tabletas II – V. G y E viajan con otros hombres al bosque de los cedros y, allí, atrapado por Humbaba, G lo engaña con la ayuda de E en una de las versiones, para que abandone sus auras, perdiendo así su poder.

El Héroe en Batalla corresponde al episodio del Toro en el Cielo  y que en la versión estándar se encuentra en la tableta VI en la versión acadia. El apetito voraz del toro causa sequía y dificultades en la tierra mientras G se da un festín. Lugalbanda lo convence de enfrentarse a la bestia y lucha junto a E. Los enviados de Akka no tienen un episodio correspondiente en la epopeya, pero los temas de si mostrar misericordia a los cautivos y el consejo de los ancianos de la ciudad también aparecen en la versión estándar de la historia de Humbaba. En el poema, Uruk enfrenta el asedio de las tropas de Kish dirigidas por su rey Agga, a quien G derrota y perdona.

En esos días, lejanos, también conocidos como Gilgamesh, Enkidu y el Inframundo, es la fuente de la traducción acadiana incluida como tableta XII en la versión estándar, que cuenta el viaje de E al Inframundo. También es la principal fuente de información para el mito de la creación sumeria y la historia de Inanna y el árbol Huluppu.

El gran toro salvaje está acostado, un poema sobre la muerte, sepultura y consagración de G como un semidiós, reinando y juzgando a los muertos. Después de soñar con cómo los Dioses deciden su destino después de la muerte, G toma consejo, prepara su funeral y ofrece regalos a los Dioses. Una vez fallecido, lo entierran bajo el Éufrates, lo desvían y luego lo devuelven.



Según el investigador griego Ioannis Kordatos, la Odisea de Homero ha sido influida por este poema, tanto en lo formal donde existen un gran número de versos paralelos, como en temas y episodios. Esta obra incide en la narración de la Biblia.​ Alexander Heidel plantea que el tema del Diluvio muestra una influencia directa, en los dos relatos que lo componen, y también la concepción de una planta que confiere la inmortalidad, la cual es hurtada por la intervención de una serpiente. Otros temas como el rey héroe, la acción justiciera de los Dioses, la amistad entre los héroes y la importancia de los sueños, si bien aparecen en ambas obras, forman parte de una matriz cultural compartida.

Dado que Gilgamesh data de 1300 aC antes, 2500-2000 aC, pues la fecha de 1300 aC corresponde a la compilación acadia, se plantea que los relatos de la Biblia están inspirados en esta historia. 


La epopeya de Gilgamesh es el texto literario conocido más antiguo de la humanidad. 

No hay otro más viejo, sólo la fiscal general


A pies juntillas sin inmovilismo los Dioses ponen al hombre semisalvaje E al lado del rey G y, juntos dan muerte al Monstruo del Bosque y al Toro del Cielo, pero como castigo, E debe morir. Desesperado, G viaja al fin del mundo para volverse inmortal, sin éxito. Purificado, finalmente regresa a su tierra natal Uruk, pero aprende a besos que el humano se vuelve inmortal sólo a través de sus acciones.


Las primeras historias sobre G circularon en el tercer milenio aC, en el sur de Mesopotamia. El erudito Sin-Liqe-Unnini resumió la epopeya en doce tablillas de arcilla, alrededor del año 1100 aC. En 1872, bajo los escombros de la antigua Biblioteca de Nínive, se encontró el relato del diluvio perteneciente a la epopeya. Este relato coincide con la versión bíblica en muchos detalles.


La versión neobabilónica de La epopeya de Gilgamesh consta de doce tablillas, aunque la última se agregó más tarde. Las primeras once tablillas forman un ruedo narrativo con los actos heroicos y las fechorías del rey G y su amigo E. Tras una breve introducción, sigue la descripción de la ciudad de Uruk y su muralla. La undécima tablilla termina con las mismas palabras del inicio y, de esta manera, remite al principio y el ciclo se reinicia, pues el tiempo no es lineal, sino circular. La tradición oral de muchos siglos se plasma en el texto, algunos párrafos y motivos se repiten como el coro en una canción que ayudaban a los cantantes y oyentes de aquel entonces a recordar los puntos clave. A través de sueños y las interpretaciones de esos sueños, los humanos y los Dioses anticipan la acción y la elevan a un nuevo plano de significado. El estilo se caracteriza por las exageraciones, las analogías, las comparaciones y las imágenes. Algunas de ellas son tan apasionantes que el lector se puede sentir directamente afectado. Otras, por el contrario, resultan tan extrañas, que incluso los expertos no logran descifrarlas. Pero La epopeya de Gilgamesh aborda los grandes temas de la poesía, como son la lucha contra las fuerzas de la naturaleza y los conflictos en torno al poder social, el amor y la sexualidad, la búsqueda del significado de la vida y el anhelo inútil de la inmortalidad. La gente de Mesopotamia le tenía miedo a la muerte, creían que sus almas descenderían al inframundo y su existencia ahí transcurriría sin alegría. La única manera de salir de esta situación desesperada era hacerse de un nombre en la tierra. G sale purificado de sus viajes y aventuras, de ser un rey tiránico, se convierte en uno bondadoso. E representa al buen salvaje, vive en armonía con la naturaleza y los animales salvajes hasta que una prostituta lo seduce. El mundo civilizado tiene mucho que ofrecer, por ejemplo, cerveza y sexo a montones, pero también le roba su inocencia.


El personaje heroico de la epopeya se remonta a una figura histórica del rey Gilgamesh -o Bilgames, como se le llama en sumerio- que gobernó alrededor del año 2650  aC en la ciudad-Estado sumeria de Uruk y fue un gobernante difícil y tiránico, como muchos de ahora. Se le atribuye la construcción de una enorme muralla fortificada de 6.5 kilómetros de largo por 10 de ancho, con cientos de torres. Sus restos se encontraron en 1912 en la ciudad de Warka, en el sur de Irak. En su apogeo, Uruk fue la ciudad más poderosa de Mesopotamia y, es considerada como el centro del surgimiento de la civilización sumeria. Según el experto en la cultura asiria Adolf Leo Oppenheim, la civilización sumeria alcanzó aquí su clímax creativo, antes de que fuera superada por la ciudad de Ur. Los sumerios se establecieron en el sur de Mesopotamia alrededor del año 3500 aC. Desarrollaron la escritura cuneiforme, la más antigua que se conoce, -pues otras anteriores de papiro no sobrevivieron-  y predecesora de las actuales formas de escritura de Europa. Además, introdujeron una técnica muy elaborada de irrigación en el aluvión entre los ríos Éufrates y Tigris que permitió rendimientos significativamente más altos, pero, a largo plazo, llevó a la salinización de los suelos, cuyas catastróficas consecuencias se pueden comprobar en el Irak actual. Alrededor del año 3,000 aC, por la ruptura de un dique en el sistema de irrigación, hubo inundaciones desastrosas. El templo de los Dioses constituía el centro de las ciudades-Estado sumerias. La tierra circundante pertenecía a los Dioses y la gran mayoría de los pobladores trabajaban como siervos o esclavos o como sirvientes del templo. En el período dinástico temprano del 2800 al 2500 aC, la unidad de Estado y templo lentamente dio paso a una separación entre el poder político y el religioso. Entre 2350 y 2300 aC, el rey acadio Sargón I, que provenía del norte de Mesopotamia, conquistó los principados peleados entre sí y con ello se inició el final de la alta civilización sumeria.



En esta mayéutica estoy de acuerdo conmigo mismo, porque La epopeya de Gilgamesh es la obra literaria más antigua que se conoce en todo el mundo. Los primeros indicios de las narraciones orales datan de alrededor de 2100 aC, cuando la supremacía sumeria llegaba a su fin en el sur de Mesopotamia. Poco después, estas pequeñas epopeyas fueron transcritas a tablillas de arcilla. El relato “Bilgames, Enkidu y el inframundo” se agregó más tarde como la duodécima tablilla. Las historias de héroes se convirtieron pronto en éxitos, en toda Mesopotamia, los estudiosos tallaron en arcilla fresca la lectura obligatoria sobre el rey de Uruk. Los hombres llevaban a cabo competencias de luchas según el ejemplo de G y E. Y el propio G fue venerado como un Dios del inframundo que podía sanar a los enfermos y proteger a los muertos. Alrededor de 1100 aC, el erudito Sin-Liqe-Unnini resumió los relatos individuales en una epopeya completa. De esta forma, los bardos orientales la cantaron en fiestas multitudinarias e hicieron famoso a G más allá de las fronteras de Mesopotamia. En las casas reales de Asia Menor, Siria y Palestina, la gente escuchaba con atención las aventuras del héroe de casi dos mil años de antigüedad. No fue sino hasta el siglo III de nuestra era que cayó en el olvido. La epopeya permaneció perdida durante más de 1500 años. Luego, en 1872, el experto británico en cultura asiria George Smith descubrió la tablilla de arcilla con el relato del diluvio, entre miles de tabletas con escritura cuneiforme. Pertenecía a la biblioteca de Asurbanipal, el último gran rey asirio, en Nínive, que excavaron los arqueólogos dos décadas antes y fue llevada al Museo Británico de Londres. Smith y sus colegas buscaron más fragmentos de la misma. Pero salió a la luz la epopeya del rey de Uruk. A pesar del incansable trabajo de armar rompecabezas y de los nuevos descubrimientos, el secreto de G no ha sido descifrado del todo. Hasta la fecha, falta un tercio del texto original.



Historia de la influencia de la obra

Los paralelos entre La epopeya de Gilgamesh y el Antiguo Testamento de la Biblia son evidentes, el relato bíblico del diluvio concuerda con la versión babilónica incluso en algunos detalles, como el envío de aves después de que el arca encallara. Ambas obras provienen de un conjunto de valores y saberes del Antiguo Oriente. Incluso el poeta o poetas de las epopeyas homéricas La Ilíada y La Odisea se inspiraron en las historias de G. “Gilgamesh, Enkidu y el inframundo” se parece, por ejemplo, al episodio en el que Odiseo visita a los muertos en Hades.


Desde su redescubrimiento en el siglo XIX, innumerables pintores y escultores han perpetuado al “joven heroico”, como lo llaman en acadio. Le dedicaron óperas y oratorios. En la novela José y sus hermanos Thomas Mann utilizó elementos de la historia de G. El ciclo de novelas Río sin orilla de Hans Henny Jahnn se basa esencialmente en La epopeya de Gilgamesh. En tiempos recientes, el rey se ha convertido en un icono de la cultura popular, G lucha valientemente en novelas de ficción, cómics, películas de dibujos animados y videojuegos. También inspiró un episodio de la serie Viaje a las estrellas, la nueva generación y prestó su nombre a una banda de rock japonesa. En la novela de Philip Roth, La gran novela americana, tiene un papel secundario el jugador de béisbol, ansioso de gloria, Gil Gamesh. La novela Gilgamesh de Stephan Grundy y el drama Gilgamesh de Raoul Schrott son ejemplos de nuevas interpretaciones literarias del mito.


La epopeya de Gilgamesh tiene muchos autores anónimos, cuyas lenguas se extinguieron hace mucho tiempo. Surgió en el tercer milenio aC en el sur de Mesopotamia y probablemente en sus orígenes sólo se transmitió por vía oral. Alrededor del año 2000 aC, aparecen por primera vez las historias del posterior poema épico completo impresas en escritura cuneiforme en tablillas de arcilla. Alrededor de 1100 aC el erudito Sin-Liqe-Unini que se traduce como “pecado, acepta mis súplicas” de Uruk resumió en una forma estandarizada las narraciones individuales. Precedió la epopeya con un himno en el que afirmaba que G había escrito sus actos en una lápida de piedra y que él, el poeta, sólo los volvía a narrar. En retrospectiva, el hecho de que se nombrara a un autor para la epopeya prueba su importancia, ya que, en el Antiguo Oriente, la mayoría de las obras literarias se transmitían anónimamente. La versión final es la epopeya en doce tablillas la realizó el escriba para la biblioteca del rey asirio Asurbanipal en el siglo VII aC. La mayoría de las traducciones y ediciones contemporáneas se basan en esta versión.



Gloria enterrada

En 612 aC Babilonia, decidida a terminar con el dominio asirio en Mesopotamia, lideró una alianza en un ataque contra la última capital asiria, Nínive. La ciudad fue saqueada por completo después de un asedio de tres meses, y el rey asirio Sin-shar-ishkun fue asesinado. Fue el principio del fin de un imperio que se había empezado a forjar alrededor de 2025 aC y que en su apogeo gobernó sobre las "Cuatro esquinas del mundo", los límites de lo entonces conocido, desde las costas del golfo Pérsico hasta las montañas de Anatolia y las llanuras aluviales de Egipto. Durante un período de unos 300 años entre 900 y 600 aC fue la civilización más avanzada que se había visto jamás. Los asirios fueron los primeros en desarrollar armas y elementos de protección de hierro, un avance tecnológico que les dio una gran ventaja, así como la creación de una unidad de ingeniería separada, que instalaba escaleras y rampas, llenaba fosos y cavaba túneles para ayudar a los soldados a entrar en las ciudades amuralladas. También estuvieron entre los primeros en construir carruajes, que proporcionaron una mayor protección en el campo de batalla. Incluso después de su caída, el legado del imperio perduró en las tácticas y tecnologías de guerra adoptadas por civilizaciones posteriores. Pero mucho se perdió durante su conquista, particularmente el tesoro de ideas asirias que guardaba la biblioteca de Nínive, que había sido concebida en el siglo VII aC para albergar la suma de todo el conocimiento humano. La rebelión liderada por los babilonios dejó a la ciudad más rica del mundo en ruinas, con sus palacios ardiendo y sus habitantes muertos o esclavizados. A la destruida biblioteca se la tragó la tierra, pero 2465 años después una noche de diciembre de 1853 en lo que hoy es Irak, un equipo de excavadores dirigido por Hormuzd Rassam, el primer arqueólogo nacido y criado en Medio Oriente, encontró el palacio del rey asirio Asurbanipal quien reinó de 668 a 627 aC. Además de magníficas obras de arte talladas en piedra más de dos milenios y medio atrás, los excavadores recogieron del piso miles de fragmentos de tabletas de arcilla cubiertos con la intrincada escritura cuneiforme. No lo sabían, pero eran los restos de la biblioteca real. Los empacaron en cajas que enviaron al Museo Británico, donde los almacenaron pero no los clasificaron hasta que en 1861 contrataron a Smith para limpiarlos y organizarlos. Cautivado por las antigüedades que estaban llegando de Nimrud y Nínive, llevaba años aprendiendo sólo a entender tanto la escritura cuneiforme como el idioma acadio. Un día de noviembre de 1872, un joven salió de un cuarto trasero del Museo Británico y, según uno de sus colegas, empezó a correr por todos lados. Paso seguido, "ante el asombro de todos los presentes, empezó a desvestirse". Se llamaba George Smith y nunca supimos por qué se desnudó, pero sí la razón de su desbordada alegría. Había leído un relato que hacía parte de una historia imaginada hacía unos 4000 años, y que desapareció por dos milenios y medio. Quedó sepultada con los restos de uno de los primeros grandes imperios de la historia de la humanidad. Una década más tarde, ese día en el que estalló de felicidad en el museo había leído sobre un mundo ahogado por un diluvio, un hombre que había construido un bote y una paloma liberada para buscar tierra firme. Era una versión del Arca de Noé. Pero el libro no era el Génesis. Era parte de la cuidadosamente transcrita Epopeya de Gilgamesh, el poema épico inscrito por primera vez alrededor de 1800 aC, unos mil años antes de la composición de la Biblia en el Antiguo Testamento cristiano.



Un mes más tarde, Smith le leyó su traducción de la tableta a la Sociedad para la Arqueología Bíblica en Londres. Era la primera vez que una audiencia escuchaba parte del poema en más de 2000 años. Fue toda una sensación y desató debates en todo el mundo. Para algunos, corroboraba la verdad esencial de la Biblia. En opinión de otros, tras El origen de las especies de 1859 de Charles Darwin, representaba otra gran grieta en el edificio del cristianismo. La que se llegó a conocer como la "Tableta del diluvio", o la Tablilla XI, fue la primera de muchas más que, desde entonces, han ido apareciendo, algunas hasta más antiguas. Con ellas, los asiriólogos han ido resolviendo uno de los más grandiosos rompecabezas de la historia, aquella que cuenta sobre un rey que vio, experimentó y consideró todo, hasta lo oculto, que desveló lo velado, que supo sobre el Diluvio, viajó a los confines del mundo y regresó, exhausto pero entero, como prometen las primeras líneas del texto. Aunque aún hay brechas, se piensa que ya se tienen 2/3 del relato. ¡Y qué relato! Es una de esas obras de literatura antigua que nos hace mella pues su héroe, a pesar de ser dos tercios Dios, es muy humano: siempre se está equivocando, nunca alcanza su meta y, como todos, tiene que aceptar la muerte, esa inevitabilidad con la que vivimos.


Cambio y cierro.

Hasta la próxima

sergiodeleonlopez